Es pretemporada. Ni cuando se golea al rival ni cuando este te pasa por encima se deben sacar más conclusiones que las derivadas de la carga de trabajo diario, los ensayos en los entrenamientos extrapolados a la realidad de un partido semi oficial, y la posibilidad de que este tiempo de adviento deportivo te otorga para no hacer un drama en la derrota.
El Málaga de Javi Gracia fue inferior a la Fiorentina del mítico "torero" Joaquín y de sus compañeros. Si miramos los presupuestos y las plantillas, lo más natural del mundo. El quinto de Italia contra el décimo primer club en la Liga de las Estrellas, pasó lo normal.
Dicho todo esto, el Memo Ochoa debe integrarse en el equipo y conocer mejor los automatismos en defensa de sus compañeros. Rosales debe mejorar el hueco que ha dejado Jesús Gámez. Recio tiene que demostrar que lo sembrado en Granada no es flor de un día. Y así, hasta llegar al banquillo y esperar la reacción, que no llegó, del míster Javi Gracia, puedo seguir sin que nada de ello nos lleve a ningún lado.
Pero, además, los rectores del club deben resolver el tema del acceso al estadio. La puerta cinco de tribuna fue ayer un desastre. La nueva ubicación de la Curva Malaka Hinchas molesta, y mucho, en visibilidad a los seguidores ubicados en Gol Alto. Y encima se les nota menos en su empuje para animar al equipo. Sus cánticos llegan más apagados al resto del estadio y a la grada.
En fin, una mala noche que no oculta otra realidad: es muy pronto para realizar ningún análisis serio de nada aunque conviene no echar en saco roto todo lo aquí expuesto.