La afición malaguista, así como las instituciones malagueñas que más cesiones de instalaciones deportivas de su propiedad, cuando no publicidad directa o indirecta, han aportado al Málaga CF de los Al Thani. La mayor parte de los medios de comunicación con peso específico en la ciudad. Los accionistas de cierto nivel del club costasoleño. La Federación de Peñas Malaguistas e incluso los dirigentes de la APA en su momento. Todos fueron responsables de dejarse engañar por Abdullah Bin Nasser Al Thani en una prueba de entrega colectiva de ilusión fallida y errática.
No pasó en Radio Marca Málaga, desde luego. Aquí, desde el primer día, siempre hemos preguntado de dónde venía el dinero, en calidad de qué y como se justificaría ante la Hacienda Pública. En general, a todo el mundo le pareció bien que un señor pagase la orquesta, el mantenimiento de sus músicos y cada gasto extra que ello supusiera mientras no lo pagasen los abonados.
Pues esa aquiescencia acomodaticia de entonces puede hundir ahora el nuevo proyecto blanquiazul. Se ha dado por sentado que el objetivo del Málaga CF debe ser la permanencia sin más. Que Sergio Pellicer y sus jugadores no tienen más obligación que esa debido al presupuesto.
En parte es así, desde luego. Pero no debe servir de excusa para tratar de mejorar cada día y ser competitivos. El discurso cortoplacista del club ha logrado que ese mensaje vaya calando en la mente de los seguidores malaguistas e incluso de los medios de comunicación y ahora lo pagamos. Un equipo que igualó en casa la peor racha de su historia sin ganar y que ha olvidado lo que son tres victorias consecutivas está comprando papeletas para terminar descendiendo.
Un entrenador que no tiene un once titular fijo, que juega cada jornada con un portero distinto y que tarda una eternidad en realizar los cambios de futbolistas, e incluso de sistemas de juego, además de no plantear bien los partidos, es un técnico en serio peligro.
El Málaga CF debe sumar cuanto antes los 19 puntos que precisa para lograr la permanencia virtual, porque tal y como está jugando será incapaz de lograrlo después. Un club cuyo sueldo más alto es el del administrador judicial y no el de uno o dos futbolistas sobre el terreno de juego, es un club sin plan de futuro.
No me gusta escribir esto, pero si Pellicer no logra ganar dos partidos seguidos ya, el director deportivo ya debería estar peinando el mercado de fichajes en el banquillo. Antonio Tapia y Esteban son dos posibles soluciones de la casa por lo que pueda ocurrir.
Postdata: nos ha dejado Manolo Doña, q.e.p.d., un grande del humor, buena persona y grandísimo malaguista. Ojalá que donde esté ya haciendo reír al cielo entero pueda ayudar a su Málaga CF, que es el nuestro, a salir de esta situación.
¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo esto último.