En el Heliodoro Rodríguez López, en Tenerife, se jugaba un partido de la Liga 123 pero España entera tenía el pensamiento y la cabeza con Julen, que en paz descanse. El CD Tenerife, siempre estaremos en deuda con este club desde el episodio del traspaso de Antonio Mata -aquello retrasó una temporada la desaparición del extinto CD Málaga-, volvió a ser un club señor con nuestra tierra.
No conozco a los actuales dirigentes del conjunto canario, pero sí a mi buen amigo Iván Bonales, el más grande de la comunicación en Tenerife y que dirige Radio Marca en las islas. Así como a Sellene Melian, compañera del mismo medio y un ejemplo de cómo dar las uvas para despedir el año en la televisión tinerfeña más seguida. Lejos de las estridencias y mal gusto de quienes todos ustedes se imaginan. Su capacidad para la información deportiva es digna de elogio. Ambos son un ejemplo del extraordinario comportamiento del pueblo tinerfeño con la capital de la Costa del Sol y sus adversidades.
Tenerife, al igual que el resto de España y buena parte del mundo, ha estado volcado con el pueblo hermano de Totalán. Desde que se conoció el hallazgo de los restos mortales de Julen se volcaron con el club costasoleño y con los familiares por su dolor. Brazaletes negros y respeto para Julen del club tinerfeño. El Málaga CF hizo lo propio y dio muestras de una solidaridad extraordinaria.
Luego, unos y otros se dedicaron a jugar un más que aceptable partido de fútbol para la categoría. Analizarlo no tiene mucho sentido en estos días en los que toca acompañar a los padres y familiares más cercanos. Ya habrá tiempo para hablar de fútbol. El Málaga CF es un equipo de autor y Juan Ramón Lopez Muñiz, quien trabaja en busca de un nuevo milagro, su protagonista principal.
¡Dios te guarde!, JULEN. Cuídanos a todos junto a tu hermano y dale un motivo para seguir viviendo cada día a tus padres.
iMemoria, Compromiso y Fe!, sobre todo esto último.
