Definitivamente, el Málaga CF demostró en San Mamés que no sabe qué quiere esta temporada ni a lo que juega. Con uno más durante 75 minutos de encuentro, Javi Gracia fue incapaz de convencer a los suyos para que abriesen el campo, jugasen más triangulando el esférico y esperasen con calma la apertura ofensiva del Athletic para pillarlos en superioridad y ganar el encuentro.
El cambio adecuado de quitar a Filipenko para aprovechar la ventaja numérica sobre el césped de La Catedral se hizo tarde, ya en el descanso, y más por la amarilla que vio que por convencimiento ofensivo del técnico navarro. La posterior salida de Fornals prefiero ni comentarla siquiera ya que el poco fútbol de creación que tenía el equipo desapareció en cuanto abandonó el terreno de juego. Ontiveros hizo lo que pudo y Roque Santa Cruz -aún no está para este ritmo de competición-, aunque parece una opción interesante para lo que resta de este campeonato.
Un equipo incapaz de hacer un gol fuera de casa en los 7 partidos disputados, que lleva un promedio de medio gol por jornada y cuyo entrenador ha logrado 7 triunfos en 36 encuentros debe de reflexionar. Desgraciadamente, debido a las decisiones de su presidente, Abdullah Bin Nasser Al Thani, el ex director general Vicente Casado ya no está para sacar de su chistera un nuevo truco que nos salve. Primero, del descenso deportivo y luego del administrativo.
Lo de San Mamés es muy grave y es cada vez más evidente que Javi Gracia no va a ser la solución para salir de este embrollo. En mi opinión, no debe seguir ni un minuto más al frente del equipo. Al menos, miremos el lado bueno. González Segura, don Pedro, podrá presumir esta semana de que el equipo está fuera del descenso.
Una lástima que haya que ir a Vallecas para jugar contra el Rayo, campo maldito para los malaguistas, y tenga que visitarnos el Atlético de Madrid seis días después. La mejor defensa de Europa contra el peor ataque del continente. Un revulsivo YA en el banquillo ¡por favor!