El pasado miércoles el presidente del Málaga CF, Abdullah Bin Nasser Al Thani, disfrutó en Mallorca de la celebración de su cumpleaños gracias a un regalo que sus hijos quisieron darle como sorpresa. La afición malaguista y el propio jeque recibieron ayer de la mano del incombustible Duda otro aún mayor. Un extraordinario presente en forma de remontada imposible frente al Athletic de Bilbao, uno de los mejores equipos de La Liga Santander, al que penalizó y mucho la justa expulsión de Balenziaga por una acción violenta ante una entrada de Roberto Rosales. Este debió ver también la roja por su durísima entrada, pero en este partido el madrileño Del Cerro Grande no tuvo la mejor de sus tardes.
Para entonces el cuadro vasco ya se había adelantado en el marcador con un golazo de Aduriz, que volvió a dejar en evidencia a Diego Llorente, que ya sale a error grave por partido en el mejor de los casos. A los de Juande Ramos se les hizo eterna una primera parte donde los de Ernesto Valverde jugaron más y mejor que un muy nervioso conjunto blanquiazul. La segunda mitad, pese a la superioridad numérica, no aportó grandes cambios al envite salvo la inoperancia ofensiva de los costasoleños y las pocas ganas de matar el partido de los vizcaínos.
La desidia de los segundos les hizo perder el encuentro. Cuando se quisieron dar cuenta En Nesyri ya había tenido dos claras ocasiones de gol. Duda llevó la manija de su equipo hacia la remontada y su gol tras el tanto anterior de Sandro dio los tres puntos en juego a los blanquiazules.
Del Cerro Grande siguió con su festival de tarjetas y Koné dio con sus huesos en el vestuario sin ninguna explicación lógica. En esa falta quemó el Athletic su último cartucho para poder empatar el envite.
Total, tres puntos de oro y a ganar en Vitoria tras el descanso por las selecciones para confirmar esta mejora.