Hay muchas formas, pero lo más justo es decirlo de esta manera porque el fútbol es, o debe ser, para los jugadores y su entrenador.
EL MILAGRO DE JAVI GRACIA Y SUS FUTBOLISTAS, fruto del trabajo y del esfuerzo desde el inicio de la pretemporada, es un premio merecido y celebrado por una de las mejores aficiones que tiene España: la blanquiazul.
Los 41 puntos logrados frente al Getafe, qué partidazo jugaron ambos equipos, ha sellado la permanencia virtual de un Málaga CF que ha rozado la excelencia en su rendimiento casi toda la temporada. Hay que tener en cuenta que es un conjunto plagado de canteranos, con mucha juventud en sus filas y con buena parte de sus mejores jugadores fuera de la entidad por motivos económicos.
Debo decir, por lo tanto, que para muchos de los escépticos en relación al trabajo del técnico navarro, yo el primero, su forma de manejar a un grupo con hasta treinta jugadores durante toda la primera vuelta y conseguir tener a todos ellos motivados y sin una declaración altisonante ha sido una sorpresa más que agradable. Ha supuesto la confianza más absoluta por mi parte en un trabajo realizado desde la discreción y el buen hacer continuo del técnico blanquiazul digno de elogio y respeto.
Salvar esta temporada, plagada de dificultades a todos los niveles, y hacerlo con notable alto que puede acabar en sobresaliente si el equipo se clasifica para jugar en Europa, define por sí mismo el trabajo de Gracia.
Recobra, pues, vigencia el consejo que me ofreció, como amigo suyo que soy, Antonio Jesús López Nieto: "No seas muy crítico con Javi Gracia, va a ser uno de los mejores entrenadores de la Liga y en los mentideros del fútbol ya se dice que su forma de trabajar le definirá como uno de los técnicos del futuro". Cierto, amigo Antonio, y del radiante presente también.
