Una y otra vez, la misma historia. Los jugadores del Málaga CF repiten jornada a jornada, partido a partido, el día de la Marmota. En Punxsutawney (Pensilvania), región noroeste de los Estados Unidos, es donde está más extendida esta tradición de origen germánica y religiosa, fiesta de la Candelaria para los católicos. La marmota Phil, así la han bautizado, sale de su madriguera cuando el invierno languidece. Si ve su sombra es que este se prolongará, en caso contrario su fin estará cerca.
Sería de desear que los futbolistas malacitanos no siguiesen viendo su propia sombra sobre el terreno de juego si es que no quieren regresar a la madriguera de forma permanente. Quien no debería seguir haciendo de “marmota” Phil es el entrenador Víctor Sánchez del Amo. Sus excusas se van agotando. El equipo malacitano no es tan nefasto como para haber logrado solo tres victorias en dieciséis encuentros. Diga lo que diga este “poeta” del fútbol en las ruedas de prensa, inició este curso liguero atacando a la “mano que le dio de comer”, José Luis Pérez Caminero. A sabiendas, descalificó a Joaquín Jofre, responsabilizándolo de todo aquello cuya culpabilidad correspondía claramente a Abdullah Bin Nasser Al Thani, presidente de la entidad malacitana. Justo lo que quería escuchar la afición para lograr ser ensalzado él mismo mientras desviaba su responsabilidad hacia terceros.
Además de hipocresía absoluta, es prueba de una cobardía desbordante para mantenerse en el puesto pese a no cumplir el objetivo del ascenso. Del Amo aprendió rápido que la clave para seguir en el banquillo malaguista se basa en no criticar nunca al Sheikh antes incluso que ganar partidos. El pasado sábado, en rueda de prensa, el técnico todavía blanquiazul rizó el rizo. Afirmó de forma categórica y textualmente que “hay jugadores de la cantera con mejor rendimiento futbolístico que los profesionales”. En mi opinión, se dio un tiro en el pie. Ya solo le falta meterse con la afición y el presidente, pues con la prensa ya lo ha hecho en varias ocasiones, pública y privadamente.
En definitiva, tenemos un portento de entrenador camino de un récord histórico: NO GANAR NUNCA PERO MANTENERSE EN EL PUESTO COMO SEA. Si fuese un político en activo en la España actual no tendría precio. Una lástima que, al contrario de Albert Rivera, hasta hace poco líder de Cs, no sepa conjugar el verbo dimitir. Parece evidente que quien debería cesarle ni está, ni se le espera.
Por desgracia, el cúmulo de circunstancias y casualidades además se repite. Cuando el CD Málaga desapareció en la temporada 1991-92, también le correspondió en el sorteo de la Copa del Rey jugar frente al Escobedo.
En el estadio de Santo Domingo del Alcorcón, el Málaga CF dió pena y aparentó ser carne de cañón. Ojalá me equivoque, pero o Víctor Sánchez del Amo deja ya el banquillo malaguista o no habrá remedio.
¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo esto último, que cada vez es más necesaria.
