Inicio Linimento Deportivo EL COLMILLO BLANCO DEL “TIBURÓN” LESCHUK ENARDECIÓ A LA GRADA

EL COLMILLO BLANCO DEL “TIBURÓN” LESCHUK ENARDECIÓ A LA GRADA

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Pues estaría bien saber qué les dijo Sánchez del Amo, don Víctor, a sus pupilos en los vestuarios de La Rosaleda durante el descanso del encuentro frente al Real Zaragoza. Le había gustado al técnico malacitano la iniciativa de que la grada cantase el himno a capela para conseguir un mejor matrimonio entre la afición y el equipo. Como ensayo general para la cita de los 'playoffs' no quedó muy bien que digamos, pero es cuestión de días.

 

Y la verdad es que el Málaga CF comenzó el partido en su línea habitual de buen gusto por el fútbol ofensivo pero esta vez enfrente tenía a la horma de su zapato en cuanto a estilo, y a las primeras de cambio el guión del envite pasó de boquerón a mañico. Papu le dio un pase made in Víctor Fernández a Peb Biel, que recortó a Cifu, horrible en el choque, para que de rosca dentro del área batiese a Munir.

 

La grada se desesperó un poco, los jugadores malaguistas se dieron ánimos entre sí y nadie recriminaba a nadie un mal pase, un error en el remate o un mal control defensivo. Gran trabajo mental del míster malacitano. La cuestión es que nadie tenía su noche entre los costasoleños. Faltaba actitud o mentalización o había exceso de confianza. Y, a Dios gracias, que Trujillo Suárez no señaló como penalti uno muy claro de Cifu a Igbekeme. También es cierto que perdonó, quizás condicionado por ello, muchas tarjetas amarillas a los zaragocistas. Total, derrota al descanso y desazón en la grada.

 

Pero esto es fútbol y si un equipo con un estado físico envidiable está llegando como moto al momento cumbre de la temporada, gracias señor Muñiz, y le pone además una actitud y confianza en sus posibilidades a prueba de bomba, la resultante de la ecuación es lo que se pudo ver anoche. Un Málaga CF imperial. Con un Ontiveros otra vez convertido en Walt Disney. Un Juankar, que se dejó el alma y se vació sobre el terreno de juego. De sus botas salió el pase del gol del empate costasoleño obra de Renato. Y los de la capital de la Costa del Sol apretaron y apretaron sobre el rival para robarles la posesión además del esférico en zonas de tres cuartos defensiva adversaria. Así se inventó Ontiveros un pase dentro del área para el rey del fútbol que no se ve, Adrián. Su remate lo rechazó el guardameta pero llegó a los pies de un omnipresente Tiburón Blanco Leschuk que golpeó pegado al poste para adelantar al cuadro de Martiricos. La grada estalló, himno a capela y un tercer gol del madrileño Adrián, qué gran temporada la suya, coronó el play off de ascenso y el sueño de la tercera plaza para disputarlo. Hasta Dani Pacheco e Iván Alejo aportaron su granito de arena. El grito de moda blanquiazul: “Vamos a volver”, es ya un referente original y encantador.

 

¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo esto último.

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