Sólo han hecho falta dos jornadas de LaLiga para que todos los problemas que se atisbaban desde la pretemporada se hayan hecho realidad. La imagen ofrecida por el Málaga CF frente a la S.D. Eibar y en
el partido ante el Girona han abierto la caja de Pandora y han evidenciado lo desacertado del proyecto planteado por el presidente Abdullah Bin Nasser Al Thani para este curso liguero.
Desde el Restaurante Parador II, junto a mi buen amigo Paco Muñoz y su hijo y chef, Francisco, presenciamos el partidito que los de Míchel nos ofrecieron en Montilivi. Huelga decir que si el centro del campo malaguista tuviera la maestría de Francisco Muñoz en los fogones de este establecimiento con vistas extraordinarias al lado del Hotel Playa Bonita, otro gallo nos cantaría.
Los desatinos de Al Thani, vender mucho gastar poco, además de no hacer caso a los responsables del club en materia deportiva, están pasando factura incluso al entrenador que salvó al Málaga CF de las decisiones del catarí la temporada pasada. Con tal de hacer caja y seguir haciéndolo en un futuro, que se antoja breve si los juzgados así lo determinan, el máximo mandatario está hundiendo el club. Mi única duda es si lo hace adrede o es fruto de su ignorancia supina.
Míchel no estuvo acertado en el planteamiento inicial en Montilivi, pues era complicado que Kuzmanovic y Recio pudiesen hacer nada -ya de por sí no son muy hábiles- en inferioridad numérica. Machín, técnico gerundense, pobló la zona ancha con cuatro centrocampistas por el doble pivote costasoleño. Ello, unido a la ausencia de bandas o de enganche por delante de los malaguistas, provocó un dominio de la primera parte casi humillante en favor del equipo recién ascendido. Claro que el cuadro malaguista está plano y sin ideas porque no hay dónde encontrarlas en este plantel, lo que dificulta la labor del entrenador.
Lo corrigió en la segunda mitad dando entrada a Jony y Ontiveros, e incluso en la última jugada del partido casi empata el cuadro de Míchel, pero no habría sido justo ni siquiera teniendo en cuenta que el gol del Girona fue en fuera de juego. Por cierto, que o Machín corrige lo de no cerrar los partidos cuando puede hacerlo su equipo o por ahí tendrá un talón de Aquiles en la categoría que le costará caro.
Respecto al Málaga CF, con un presidente twittero y fichador, además de faltón con sus empleados -Arnau, Míchel, etc.- el futuro no parece nada alentador. Desde el Restaurante El Parador II se atisba una crisis en el horizonte blanquiazul. Una pena que con estas vistas tan impresionantes en este rinconcito extraordinario de Benalmádena, en el club costasoleño no se sepa disponer de la creatividad culinaria de la que hace gala Francisco Muñoz.
Dicen que las penas con pan son menos, así que voy a degustar un arrocito marca de la casa y a rezar a la Virgen de la Cruz porque en los próximos 15 días regrese algo de cordura al club.
¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo esto último.