Lo he afirmado por activa y por pasiva, por lo que no voy a desdecirme al respecto. Lo mejor que le ha pasado al Málaga CF este verano ha sido la llegada al banquillo de Juan Ramón Muñiz y a la dirección deportiva de José Luis Pérez Caminero. Del primero destaco la capacidad de reacción -hasta cuatro sistemas de juego diferentes utilizó el asturiano en el Anxo Carro-, y su inteligente lectura del partido -los cambios en Lugo fueron determinantes-, no hay duda alguna.
Respecto a Caminero, su trayectoria le avala, pero en el club blanquiazul le lastra su capacidad la herencia recibida. Preocupado como está por cuadrar salidas y llegadas de nuevas incorporaciones para no incumplir el obligado tope salarial, me da la impresión de que lo están alejando de la realidad del filial y de los valores de la cantera.
Cierto es que debe ser más una responsabilidad de Rafa Gil y del técnico del filial, Dely Valdés -lo de este último empieza a ser de estudio pero lo dejaremos para otro día-. Ahora bien, lo de Caminero en ese aspecto empieza a preocuparme. Le engañan claramente a él y al teórico director general del club, Joaquín Jofre, cuando le niegan a ambos la calidad futbolística de Kuki Zalazar o la del ya perdido Escardó.
A Alejandro lo han dejado irse al Betis B. De allí salieron lanzados para el primer equipo los dos últimos grandes errores de Arnau: Francis y Loren fueron ofrecidos al catalán y renunció siquiera a verlos. Esperemos que José Luis no esté cayendo en el mismo error. Lo de Kuki es aún peor. Brilló en el Cartagena la pasada temporada, es de los futbolistas con más calidad del filial y, tras un comportamiento ejemplar, el club y Dely Valdés le niegan el pan y la sal.
Mal ejemplo damos a los futbolistas malagueños y al futuro de la Academia si maltratamos o dejamos tirados a los jugadores que ya pertenecen al club. En su día, lo sabe mejor que nadie Caminero, el Málaga CF no quiso respetar a un futbolista teóricamente menor cuando eso le podía proporcionar a un futbolista de mayor enjundia. Hoy, Joaquín brilla con luz propia en el Atlético de Madrid y es uno de los valores en alza del fútbol español. Esperemos que no se esté repitiendo la jugada de nuevo.
¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo esto último.