Don Gregorio Sánchez, Chiquito de la Calzada, logró lo más difícil para un humorista en un escenario, hacer reír a los demás. Con sus nuevos vocablos e ingeniosas ocurrencias, fue un grande del humor, un innovador que hizo las delicias de toda España con su peculiar forma de contar chistes con ese lenguaje con el que supo transmitir lo que significa ser trinitario y hombre de fe de El Cautivo, el Señor de Málaga.
"Fistro, pecador de la Pradera o hasta luego, Lucas, son frases de un hombre capaz de poner a la capital de la Costa del Sol como referente en todas las televisiones del país con su camisa de lunares, sus andares, su gracia. Los barrios de Málaga, dibujados por Picasso o los pinceles de Chicano, ilustrados por la pluma de Vicente Aleixandre o el maestro Manuel Alcántara, también han quedado plasmados por el arte de Chiquito.
"Por la gloria de mi madre" que se me humedecieron los ojos cuando hace poco más de un año Chiquito recibió el premio de Hijo Predilecto de la Provincia. Hablaba con la dificultad propia de la emoción y, quizás, también de la
edad. "No puedor…, no sé cómo agradeceros este reconocimiento que me dais”, dijo mientras intentaba contar uno de sus originales chistes, que tuvimos la suerte de ofrecer en directo a los oyentes de Radio Marca Málaga.
Ya me di cuenta entonces que la pena por la pérdida del amor de su vida, Pepita, era un dolor demasiado grande en el inmenso corazón de Gregorio. Se le quebró la voz y, a la par, el semblante, cuando mi buen amigo Manolo Sarria habló de los sesenta y dos años de matrimonio de ambos. Pocas veces un nombramiento así habrá sido más acertado y merecido. Elías Bendodo, presidente de la Diputación de Málaga, acertó de pleno. Por eso la familia quiso que la capilla ardiente estuviese en el auditorio de la institución supramunicipal, donde recibió aquel homenaje.
La repercusión nacional de la noticia del fallecimiento de Chiquito de la Calzada han corroborado lo que escribo. Las muestras de condolencias desde la Casa Real, pasando por todo un elenco de actores, humoristas, políticos, escritores, periodistas y admiradores, dan muestra de ello. Málaga entera rindió un sentido adiós y mostró su pésame desde el respeto y el silencio que sólo pueden verse en esta tierra nuestra, sólo roto con el aplauso justo al recordar a Chiquito como él siempre querría, con una sonrisa.
Se nos ha ido otro genio malagueño. Un maestro del humor y del arte, un genio del flamenco y del teatro de la vida. Que en paz descanse, don Gregorio Sánchez.
¡Hasta luego, Lucas! ¡Hasta siempre, Chiquito!