@CesarRadioMARCA | Sublime, espectacular, maravilloso. Hay muchas maneras diferentes de jugar al fútbol pero ninguna tan guapa como la que mostró el Málaga en el mediodía ante el Rayo Vallecano. Fue la mejor manera de enamorar a los más de 4.000 niños que celebraron su primera visita a La Rosaleda y que seguro que desde hoy serán más fieles que nunca a los colores blanquiazules.
Porque desde el primer segundo los de Gracia desarbolaron por completo a los de Paco Jémez. Pudo estrenar el marcador Samu Castillejo a los 30 segundos después de driblar a Toño, pero su remate a puerta vacía se encontró con una pierna rival que retrasó su estreno goleador en Primera.
Así que fue el otro Samu, después de varias ocasiones de peligro perdidas por cierto individualismo de los puntas malacitanos, el que marcara el primero en el minuto 6. Su remate con la izquierda buscaba la escuadra derecha de Toño pero acabó en la contraria tras tocar ligeramente en Zé Castro. Segundo tanto del malagueño en Liga tras su estreno en Córdoba la jornada pasada.
El segundo no tardaría demasiado en llegar, en el minuto 21, con una jugada de toques rápidos, combinaciones profundas más propias de tiempos pretéritos, que culminó con un pase desde la izquierda de Antunes que remató en el área pequeña un Sergi Darder que apareció solito.
No tardó demasiado Jémez en revolucionar su sistema táctico, quitando a Insúa para meter a Aquino y jugársela con una defensa de tres. Le salió bien unos diez minutos, quizás con cierta connivencia malaguista, que guardó fuerzas para la recta final de la primera parte. Allí llegó el tercero, por fin Juanmi. Extraordinario pase de Amrabat al desmarque del coineño, que tuvo una pasmosa tranquilidad para elegir dónde batir a Toño.
La fiesta era de las de época en Martiricos, y tras el descanso, no cesó en su empeño el Málaga. Pudo marcar el cuarto en el primer minuto de la reanudación con un cabezazo de Camacho que rebotó en el palo y que Juanmi, en el rechace, desperdició por querer romperla. No pasaba nada. Dos minutos después, contragolpe perfecto iniciado con una delicatessen de Amrabat, que habilitó a Juanmi, y este se la cedió a un Samuel que fue agarrado por Amaya. El claro penalty lo transformó, a pesar de los intentos de Juanmi por lanzarlo, Amrabat.
Con ese 4-0, el Málaga bajó el ritmo, dejó de apretar el acelerador pero aun así, le bastaba y sobraba para abapullar al Rayo. No se movió más el marcador pero no fue porque no hubiera ocasiones locales. En el minuto 75 llegaría el primer disparo a puerta del Rayo, con un disparo flojísimo de Kakuta, que atajó sin problemas Kameni. Aún habría tiempo para que el árbitro sacase fuera un penalty a favor del Málaga, compensando el que se comió en la primera parte de Weligton.
Pero poco importaba ya porque la fiesta era total desde hacía muchos minutos en una grada de La Rosaleda que se hinchó de aplaudir, de hacer la ola, de disfrutar de una mañana dominical en la que el Málaga bordó el fútbol y sumó su tercera victoria consecutiva. De lujo los chicos de Gracia.
MÁLAGA: Kameni, Rosales, Sergio Sánchez, Weligton, Antunes; Camacho, Darder (Recio, 58`); Samuel (Horta, 61`), Juanmi, Samu Castillejo; Amrabat (Santa Cruz, 76`).
RAYO: Toño; Tito, Amaya, Zé Castro, Insúa (Aquino, 29`); Raúl Baena, Trashorras (Jozabed, 51`); Pozuelo (Manucho, 59`), Kakuta, Baptistao; Licá.
1-0. Min. 7. Samuel.
2-0. Min. 21. Darder.
3-0. Min. 44. Juanmi.
4-0. Min. 48. Amrabat (p).