@CesarRadioMARCA | Hay jugadores con un carácter especial. El mismo que, en ocasiones, le pierde. Pero otras veces ese mismo genio sale a relucir para devolver al equipo lo que un día le quitó. Y Duda ese futbolista tan particular. Capaz de autoexpulsarse a los 15 minutos de entrar en el campo -como le sucedió ante el Athletic- y de tirar un golpe franco extraordinario para marcar en el ultimo suspiro del encuentro.
Se mereció el Málaga ese empate después de lo realizado durante la segunda mitad del choque le midió al Espanyol. Cierto es que peor que en los primeros cuarenta y cinco minutos era complicado hacerlo, pero también es de destacar la reacción de los de Gracia. Tuvo la fortuna en un saque de esquina a los seis minutos de la reanudación de igualar el marcador con un cabezazo de Camacho. Pero ya antes del tanto se veía un Málaga más vertical, con mayor profundidad que al principio.
No se conformó el Espanyol, que tardó en reaccionar pero que siempre, con Lucas y Sergio García como estiletes ofensivos, provocaba peligro en la defensa visitante. Así, Kameni tuvo que salvar unas cuantas ocasiones, mas no pudo evitar el segundo de los catalanes, tras un remate de Stuani a la salida de una falta lateral. Era el minuto 87 y ya soñaban los locales con su primera victoria de la temporada… Pero faltaba el detallito de Duda, ese jugador que tiene un guante de seda en su pierna izquierda y que, en su especialidad, hizo justicia para salvar un punto para el Málaga.
Ahora, a pensar ya en el miércoles ante el Barcelona en La Rosaleda.
