@SuarezRMarca | Nueve partidos es lo que ha durado la racha del Málaga sin perder en Liga -sí cayó derrotado frente al Escobedo en diciembre en la Copa del Rey-. Desde mediados del mes de noviembre cuando lo hicieron frente al Alcorcón, los blanquiazules no hincaban la rodilla ante un rival. Una muestra de la fortaleza defensiva que, primero con Víctor, y después con Pellicer, ha permitido al conjunto malacitano salir del descenso.
Pero en realidad ha sido una racha engañosa. Porque de nueve partidos sólo ha sido capaz de ganar en dos. El resto, siete empates que han hecho que el Málaga sólo sume 13 puntos de 27 en juego. Ni la mitad, vamos. Y eso se refleja en que no ha sido capaz en estos dos meses y medio de alcanzar una zona más tranquila en la clasificación.
Ahora ha llegado la derrota en Elche, con mala imagen incluida, que ha vuelto a poner en solfa al equipo y al entorno. Ya no hay vuelta atrás. No hay margen ni económico ni deportivo para reforzar el equipo, por lo que los que están y se han quedado son los que deben tirar del carro para lograr la permanencia, al menos deportiva. La otra, la administrativa, ya se verá, como muy tarde, al término de la temporada.
