@JuanjeFernandez || En medio del desgobierno que existe en el Málaga CF provocado por la crisis institucional que han generado los hijos del propietario de la entidad, Abdullah Al-Thani, existe una pregunta que se centra en lo deportivo y deja por unas horas los despachos en segundo plano. ¿Es el partido ante el Espanyol una final para Javi Gracia y su cuerpo técnico? Probablemente dependa mucho de la manera en que se produzca el resultado de Cornellá el Prat, pero lo que la semana pasada podía ser un ultimátum para el entrenador navarro, ha quedado en aviso tras los acontecimientos acaecidos en los últimos cuatro días en los que no se ha hablado absolutamente nada del choque de mañana en Barcelona. El revuelo formado en las altas esferas ha desviado, de momento, el foco de la cabeza del técnico que salvo desastre ante los periquitos tendrá 180 minutos para defender su puesto.
La moral de Gracia quedó por los suelos tras la derrota ante el Betis. El entrenador navarro mostró, ante todos, su incomprensión por el resultado cosechado ante los hispalenses. Gracia lo comentó en sala de prensa cuando dijo que “venimos de una derrota justa en Gijón, pero el partido de hoy no hemos merecido perderlo”. Esa misma frase fue la que el preparador malaguista espetó a sus hombres en el vestuario de Martiricos, donde con el paso de los días la depresión se ha convertido en incertidumbre.
El parón de dos semanas ha permitido al navarro recuperar efectivos y pasar, una vez más, página ante la derrota. No hay más margen para él. Los resultados que consigan los blanquiazules ante Espanyol y Granada serán determinantes en el futuro del entrenador que ya es consciente de la situación. Gracia lo ha hablado con su cuerpo técnico y sabe que la situación ha llegado a un punto de no retorno donde cualquier traspiés dará con sus huesos fuera del club, año y medio después de su llegada.