@SuarezRMarca | Seis han sido los partidos que el Málaga ha disputado en 2018, los dos primeros con Míchel y los cuatro últimos ya con José González en el banquillo. Los resultados, sin embargo, siguen sin cambiar a pesar de los múltiples refuerzos que han llegado en el mercado invernal. Y todo porque el equipo continúa sin encontrar el camino hacia el gol. Las ocasiones llegan con cuentagotas, los disparos a puerta son escasos y el acierto prácticamente nulo.
De hecho, los blanquiazules sólo suman un gol en lo que llevamos de año. El tanto de En-Nesyri en el debut de José en Eibar ha sido el único firmado en esos seis encuentros citados. Y eso que ya han debutado todos los refuerzos a excepción de Lestienne.
Ideye ha sido titular en los dos partidos para los que ha estado disponible, pero las buenas sensaciones que dejó en Las Palmas no se confirmaron ante el Atlético, donde apenas entró en juego. Success demostró en Canarias estar muy bajo de forma y se quedó fuera de la lista frente a los colchoneros. Samu ha disfrutado de minutos en los tres últimos choques, pero sin incidencia en el juego. Bueno es, de los llegados en enero, el que menos ha contado para el entrenador.
Y de los que ya estaban, hasta Borja Bastón entró en los planes de José, si bien su pésimo rendimiento le ha condenado al ostracismo. De ahí ha salido Rolan tras mejorar de su lesión en el tendón de Aquiles, pero el uruguayo, lógicamente, está muy lejos de su mejor forma.
El nivel de los centrocampistas tampoco ayuda, desde luego, a que los delanteros marquen diferencias. Sin surtiles de balón, es complicado para los puntas crear peligro.
Así, con cuatro derrotas -todas por 1-0 o 0-1- y dos empates, el bagaje es muy pobre. Tanto que la permanencia, con 13 de 69 puntos posibles sumados parece una quimera.