@CesarRadioMARCA | Nueve años después, el Málaga rompió su mala racha ante el Barcelona con un empate que supo a victoria, y como tal lo celebró al finalizar el encuentro la afición, muy feliz por el resultado y más que satisfecha por el esfuerzo de sus jugadores. Algo, por cierto, tendrá que ver el planteamiento de Javi Gracia, que ya en la temporada pasada anuló a los tres grandes en El Sadar.
No hubo rotaciones sino revolución. Hasta cinco cambios con respecto al que empató en Cornellá ante el Espanyol. Y tres de ellos debutando como titulares con la camiseta del Málaga por primera vez en su carrera: Torres y los canteranos Juanpi Añor y Samu Castillejo.
No lo notó en ningún caso el Málaga que desde el comienzo y hasta el final maniató al Barcelona, con una enorme solidaridad de todos sus futbolistas, bien soportados por Camacho, Darder y el citado Juanpi. Una línea de tres centrocampistas con recorrido y con sacrificio que cortocircuitó al tridente Iniesta-Rakitic-Busquets, que nunca pudo encontrar a los desaparecidos Messi y Neymar. Sólo Pedro estuvo a su nivel, si bien terminó contagiándose en la segunda parte del bajón azulgrana.
Fue el partido soñado por Kameni, que no recibió ni un solo disparo entre los tres palos. Más se tuvo que esforzar Claudio Bravo para mantener su imbatibilidad, en un remate de Luis Alberto, que terminó sacando el chileno en la línea de gol. Fue la mejor ocasión de gol del partido, y la tuvo el Málaga, que incluso, pudo merecer algo más.
Para el anecdotario quedará una nueva trifulca entre Weligton y Messi, con Piqué de compinche, que pudo acabar con la roja del brasileño que no enseñó el colegiado.
Por fortuna, lo que quedará en el recuerdo será que el Málaga, como dijo Javi Gracia, sumó “un puntazo” ante el Barcelona, siendo el primer equipo que logra detener a la máquina azulgrana.
