@SuarezRMarca | La paciencia tiene un límite y en el caso de Javi Ontiveros ya la ha sobrepasado. Después de varias semanas esperando que Al Thani dé su autorización al acuerdo alcanzado entre el Málaga y el Villarreal, el marbellí y su entorno se han cansado y le han lanzado un ultimátum: o se vende al jugador aceptando las condiciones pactadas o se queda esta temporada y en enero, a seis meses de la finalización de su contrato, firmará gratis sin dejar nada en La Rosaleda. Su deseo es que con su traspaso el Málaga pueda respirar económicamente, pero sin el esfuerzo de la otra parte va a ser imposible.
La venta, imprescindible para que el Málaga pueda ir cumpliendo con los requisitos del juego limpio financiero de LaLiga, se tasó en 7,5 millones de euros. Es el valor de su cláusula de rescisión desde que los blanquiazules descendieron a Segunda, pero las buenas relaciones entre ambos clubes hicieron posible que no fuera un pago por las bravas sino un acuerdo de traspaso. Sin embargo, cuando esto llegó a oídos de Al Thani, el único con potestad para firmar las salidas y llegadas de jugadores, se negó a estampar su rúbrica. Y así ha seguido.
El jeque ha buscado un resquicio para interpretar que la cláusula es de 15 millones y que sólo se reducía a la mitad durante el primer año en Segunda. De todos modos, realizó una contraoferta a Ontiveros y a su agente: poder repescarlo la próxima temporada pagando un millón más de lo que pague el Villarreal o incrementar esa opción medio millón más por cada año que no se ejecute. Y en todo caso, guardarse un 50% de una posible venta futura del futbolista a un tercer equipo. Algo que han rechazado tanto la entidad amarilla como el propio jugador.
Así las cosas, a menos de tres semanas para que arranque la competición oficial, Ontiveros lo tiene claro: o le venden ya esta semana o se queda pero en enero firma para irse gratis a final de temporada. Con el consiguiente perjuicio para un Málaga que necesita como el comer el dinero de su traspaso… este verano.