@SuarezRMarca | El próximo lunes, Málaga y Osasuna cerrarán la jornada 29 en Segunda división. Cuarto contra primero, con cuatro puntos de ventaja de los de Jagoba Arrasate sobre los de López Muñiz. Una situación muy diferente a la que vivían cuando se enfrentaron en la primera vuelta, en un lejano ya 3 de noviembre, en El Sadar.
Por aquel entonces, los blanquiazules llegaban como líderes en la duodécima jornada, con 12 puntos de distancia respecto a un conjunto pamplonica que no terminaba de arrancar y que empezaba a generar demasiadas dudas entre su exigente afición. Sólo 13 puntos sumaba Osasuna por los 25 de un Málaga que, sin embargo, ya empezaba a mostrar síntomas de desgaste como visitante: derrotas en Las Palmas y Elche, y empate en La Coruña.
Pero el partido se puso de cara para los andaluces con el tanto de Pau Torres en el minuto 21. Con 0-1 aguantaron los de Muñiz hasta que en el 74 fue expulsado Blanco Leschuk en una decisión luego corregida a De la Fuente Ramos por el Comité de Competición. Aquella expulsión cambió el rumbo del encuentro porque los visitantes se desquiciaron y seis minutos después empató Juan Villar tras jugada a balón parado y vio la roja directa N’Diaye. También fue expulsado por intentar calmar los ánimos Xisco, pero los que lo llevaron peor, ya con 9 en el campo, fueron los malaguistas, quienes vieron en el 83 cómo Roberto Torres remontaba el encuentro.
Allí empezó el espectacular subidón que ha dado Osasuna, que en estos poco más de cuatro meses transcurridos desde el duelo en El Sadar ha sido capaz de sumar 38 puntos en 16 jornadas tras haber ganado doce partidos y empatado otros dos. Un intervalo en el que el Málaga ha acumulado 25 después de seis victorias y siete empates.
La trascendencia, por tanto, de este nuevo enfrentamiento entre ambos equipos es más que evidente, sobre todo para un Málaga que se encuentra ahora con las mismas dudas con las que afrontó Osasuna el envite de la primera vuelta. Pero recuerdan por La Rosaleda que Muñiz y sus jugadores ya fueron capaces de cortar una racha similar en diciembre. En aquella ocasión era el Cádiz el que llegaba lanzado con siete victorias consecutivas.
