@SuarezRMarca | 62 minutos de bostezos hubo que sufrir en La Rosaleda hasta que una falta lateral botada por Tighadouini acabó besando las mallas deportivistas y convirtiéndose en el primer gol de un partido que se encaminaba irremediablemente al cerocerismo. Fue un tanto liberador para el Málaga porque hasta entonces había vuelto a carecer de juego combinativo, de ideas en el centro del campo y de olfato goleador.
El gol del marroquí, que jugó de delantero, llegó después de que el balón se colara entre las piernas de todos y llegara a Lux, que sólo lo vio cuando ya estaba dentro. Varios pájaros mató de un tiro Tigha con este gol, su estreno en la liga española, y que pone fin a la sequía en jugadas a balón parado.
Antes de ese tanto, apenas hubo un par de ocasiones para cada equipo, un disparo de Oriol Riera al palo en la primera parte, y un gol de Charles anulado por un inexistente fuera de juego de Juankar, que fue el que le dio el pase de gol. ¿Os acordáis del día del Sevilla? Pues similar.
El propio Juankar, por cierto, se desquitó de ese tanto con un gol de fe. El madrileño olió sangre con un balón suelto fuera del área, corrió más que ninguno para alcanzarlo, se plantó ante Lux y le batió de tiro cruzado recordando sus buenos tiempos de estrella juvenil. Un gol que, a falta de cinco minutos, sentenció el encuentro, que sirvió para sumar la segunda victoria de la temporada, la segunda consecutiva en casa.
Sufrió el Málaga, como le espera durante toda la campaña, pero al menos se llevó el premio de un triunfo que hace respirar al equipo y a la afición. Las penas, con triunfos y puntos, se llevan mejor.
-MÁLAGA: Kameni; Rosales, Albentosa, Weligton, Boka; Tissone, Recio (Fornals, 78'); Duda (Espinho, 65'), Juankar; Charles, Tighadouini (Horta, 83').
-DEPORTIVO: Lux; Juanfran (Cani, 73'), Sidnei, Arribas, F. Navarro; Borges, Mosquera; Cartabia (Luis Alberto, 58'), Faycal; Lucas Pérez, O. Riera (Laure, 58')