@SuarezRMarca | La decisión la tenían que tomar rápido y sólo había dos opciones: o seguir adelante con su plan de prescindir de la actual directiva si estos no hacían caso a sus peticiones o retractarse y aplazar -que no anular- hasta mejor ocasión sus pretensiones. Y la familia Al Thani, a través de Nasser, el hijo mayor del jeque, decidió que lo mejor era echar marcha atrás y esperar. Eso sí, después de culpar a los medios a través de twitter de difundir lo que él llama rumores.
La reacción en masa del malaguismo, harto ya de que traten el Málaga como un juguete, ha sido una buena razón para desistir de sus inteciones. Pero la principal de todas ellas sigue teniendo que ver con el dinero. A pesar de sus palabras cuando rechazaron dos ofertas de compra en verano de que iban a volver a invertir, la realidad es que nunca han dado muestras de tener intención de hacerlo. Y como en el club no hay liquidez para afrontar la brutal remodelación que habían planteado -rescisiones e indemnizaciones varias-, pues a otra cosa. El vértigo a tener que ocuparse de verdad, y no sólo sobre el papel, de la gestión de la entidad también ha tenido que ver, según fuentes del club, en su arrepentimiento.
Sin embargo, el hecho de que se hayan retractado de sus intenciones iniciales no quiere decir que en los despachos puedan estar tranquilos. Al contrario, pues saben que para la familia Al Thani lo que hoy es blanco mañana puede volver a ser negro. Hay gente tocada en La Rosaleda, como Husillos, que se ve señalado. Pero si por Casado, ahora parece que más reforzado, fuera, el Director Deportivo continuaría, como mínimo, hasta final de temporada para tener entonces una salida digna. Y como él, otros directivos de su equipo de trabajo, incluido él mismo.
Tensa calma la que se respira ahora mismo en un Málaga que, no hay que olvidarlo, se juega muchas cosas este sábado frente al Espanyol.
