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@SuarezRMarca | Hay situaciones inexplicables en el deporte. Como la influencia defensiva de un jugador de baloncesto, lo que no se refleja en las estadísticas. O como ocurre en la Segunda división del fútbol español con los goles encajados. Porque si todo buen equipo se construye desde atrás, el Málaga debería estar fuera del descenso, aunque sea el segundo que menos goles anota. Pero es que también es el quinto que menos encaja.
Entre Munir, Kellyan y Gonzalo, que son los tres metas utilizados por Víctor, han recibido 18 goles. Los mismos que Fuenlabrada, Girona, Zaragoza -los tres en playoffs-, Alcorcón -séptimo- y Albacete -noveno-. Sólo Huesca, Cádiz, Almería y Numancia han tenido que sacar el balón de su portería en menos ocasiones.
La explicación para el poco rédito que lleva el Málaga tras 17 jornadas disputadas es que no aprovecha esa fortaleza defensiva que ha demostrado durante buena parte de la temporada. De los 7 partidos perdidos, 6 ha caído por la mínima y 5 de ellos ha sido por 1-0 (Girona, Albacete, Ponferradina y Alcorcón) o 0-1 (Almería).
Y para una vez que anotó tres goles, como fue ante el Elche, se olvidó de su fiabilidad atrás y recibió otros tres. Han sido cuatro las jornadas en las que ha acabado con su portería a cero. Urge aumentar ese número para tener opciones reales de escalar posiciones en la clasificación.
Munir intenta frenar a Keidi Bare durante un entrenamiento en el Anexo