No corren buenos tiempos para la lírica en el entorno de La Rosaleda. Las últimas dos derrotas, aunque se haya intentado esconder públicamente, han dolido y mucho en el seno del Málaga. Nadie esperaba a estas alturas de la temporada, y tras haberse enfrentado a equipos más o menos asequibles -salvo el Villarreal- que los de Juande sumarían sólo 2 puntos de 12 posibles, sin haber ganado un solo encuentro y sin haber marcado un solo gol en los últimos dos duelos ligueros.
Los resultados no son buenos, pero la imagen y las sensaciones que ha desprendido este equipo han sido aún peores. El técnico no termina de dar con la solución, ni en cuanto a nombres ni en cuanto a sistemas. Ha probado con uno, con dos y hasta con tres puntas al mismo tiempo, pero ni por esas.
Hoy volverá a introducir novedades. Con Ricca nuevamente fuera, el lateral izquierdo parece cosa de Miguel Torres. En el medio campo, la mala forma de Recio podría dejarle en el banquillo en beneficio de Fornals. Keko, ante el mal partido de Chory, podría recuperar la titularidad perdida. Y arriba, parece que seguirá confiando en Charles, más 9 para su sistema que Sandro.
Enfrente, un Eibar que viene con varias ausencias entre sancionados -acabó con 9 el último partido y con 10 el penúltimo- y lesionados. Dolido en su orgullo por un tratamiento que consideran injusto, los vascos han sido capaces de sumar 4 puntos de 6 a pesar de jugar en inferioridad numérica. Y vienen con un Pedro León que parece haber recuperado con los azulgrana el nivel que le llevó a fichar por el Real Madrid en su día.
Mucho peligro para un Málaga que acumula errores individuales garrafales en ambas porterías que le está costando muchos puntos. Los que ahora mismo echa en falta y necesita con urgencia ante el Eibar.