@CesarRadioMARCA | Sergi Darder no se lo pensó dos veces cuando Manel Casanova, que fue el que lo llevó al Espanyol, le abrió las puertas del Málaga. El de Artá no lo tenía claro como periquito y dejó Sant Adrià para venirse a Málaga.
Apenas dos años después, Sergi se ha consagrado como jugador de Primera división y uno de los jugadores con más porvenir del fútbol español. Con apenas 20 años, aún le cuesta asimilarlo. «Aún no he tenido tiempo para pararme y pensar. Este cambio es difícil. Antes ibas por la calle y no te conocía nadie, y ahora te paran y todo. Además, al principio estaba más nervioso porque pasabas de jugar delante de 100 personas a hacerlo delante de 25000, pero ya me he acostumbrado«.
Y a fe que lo demuestra con un rendimiento espectacular junto a alguien como Camacho, también en estado de gracia. «Jugar al lado de Camacho, como antes de Tissone, es muy fácil. Ellos abarcan mucho espacio y te permiten soltarte en ataque un poco más. Además, tienen más experiencia, te ayudan a situarte mejor«.
Es ese buen funcionamiento de la pareja de medios centro una de las grandes claves del gran rendimiento del equipo en los últimos partidos, lo que ha permitido que el descenso esté prácticamente olvidado, si bien Darder aún se fía. «Hasta que matemáticamente queden puntos no se puede decir que está cumplido el objetivo. Hay que pensar en el siguente partido contra el Athletic y sumar algo allí. Como pierdas dos o tres seguidos, puedes volver a estar en la misma situación de nuevo«.
Así piensa Sergi Darder, con apenas 20 años y con contrato renovado en diciembre hasta el 30 de junio de 2017. Es, sin duda, una de las grandes apuestas, no ya de futuro sino de presente, del Málaga. Un chaval que le debe mucho a Casanova, director de la cantera malaguista, y a Schuster, quien hizo caso de los consejos del anterior y a quienes Sergi le está eternamente «agradecido. Mi vida dependía de ser futbolista y Schuster me dio esa oportunidad«.
Y él la está aprovechando como nadie. Y que siga así.