@Pedromartinper | En el frío y alturas del Himalaya. Escalando sin protección, pero con la convicción de que la única supervivencia es llegar a la cima, etapa a etapa, paso a paso. Mirando más hacia el precipicio que al objetivo directo que es la salvación. Al igual que un escalador, el Málaga está en esa tesitura donde no puede olvidar lo institucional (despeñadero) ni tampoco lo deportivo (cima de la montaña).
En la semana más complicada para los blanquiazules, donde parecía que nada podía ir a mejor, apareció la guindola de Pellicer como si de un estímulo se tratase para seguir con fuerza el arduo camino que se le atisbaba a los de la Costa del Sol. El nuevo técnico interino, que podría disfrutar de su último encuentro al frente del banquillo del primer equipo, ha puesto alto el listón, con sus innovadores matices y los frutos obtenidos en las acciones a balón parado. Tiene mucho que decir, siempre y cuando le dejen hablar.
Con la moral intacta, los boquerones visitarán el Estadio Fernando Torres. Un campo que no conoce la derrota desde la jornada 12, y ya estamos en la 24. Los recién ascendidos han tomado el pulso, y de qué manera, a la categoría, y pelearán para conseguir unos tres puntos que los situaría en tercera posición. Casi nada. Otros objetivos, de supervivencia pura y dura, tiene el Málaga, que necesita ganar para alejarse de los puestos de descenso. Ahora son solo cuatro puntos los que le separa del abismo, por lo que el miedo de caer al precipicio sigue latiendo entre los alpinistas hacia el Himalaya. La unión y fuerza del vestuario son claves para batir los obstáculos más complicados, armados de coraje y orgullo después de tantos trágicos sucesos.
Para superar este escollo, el Málaga no contará con sus líderes Adrián y Keidi Bare. Sí que lo hará –regresa después de sanción- Diego González, que podría ser la novedad en el once titular. También podría debutar Caye Quintana con el Fuenlabrada, el mismo que anotó en La Rosaleda con la elástica cadista. Es momento para valientes, para los que no dudan entre seguir escalando o volver a la estación. Es momento de ganar y no mirar al oscuro pasado que rodea a los jugadores blanquiazules.