Bernd Schuster acabó muy molesto con sus jugadores y prefirió marcharse a vestuarios antes del final del encuentro. «No quería ver la quinta amarilla«, reconoció el alemán que indicó que «me duele perder aquí, pero después del partido me alegro por ellos«, recordando su pasado en el Getafe.
«Luchas día a día contra todos para que no se relajen, pero esto es algo que pasa a todos los equipos en general. Se ha visto un equipo jugándose la vida, con tensión en los duelos por el balón hasta el último momento, y nosotros no hemos dado esa sensación«, ha expresado.