@SuarezRMarca | Michael Santos ya se encuentra en Málaga después de haber concluido sus merecidas vacaciones tras la gran temporada que protagonizó en su cesión en el Sporting de Gijón. Será, por tanto, este jueves cuando vuelva al trabajo, primero con los exámenes médicos y pruebas de esfuerzo pertinentes antes de ponerse a las órdenes de Juan Ramón López Muñiz sobre el césped del Anexo.
El técnico asturiano quiere contar con sus servicios, pero el punta uruguayo sigue en sus trece de no jugar en Segunda división. A pesar de rechazar la oferta del Copenhague -aceptada por el Málaga-, que ofrecía 3,5 millones de euros por el 70 % que posee el Málaga y le doblaba el sueldo, Santos no ha cambiado la idea que sus agentes ya le transmitieron al club hace varias semanas.
Sin embargo, Muñiz no se rinde y espera reunirse con el futbolista y con el director deportivo, José Luis Pérez Caminero, para tratar de convencerle de lo importante que sería en este nuevo proyecto blanquiazul. Y eso con el peligro que conlleva la cláusula que obliga al Málaga a cederlo si un equipo de Primera se hace cargo de su ficha y el jugador da el visto bueno. Es precisamente ese apartado en su contrato -el mismo que tienen Ricca y Jony, que ya lo aprovechó para irse al Alavés- lo que preocupa a los dirigentes blanquiazules, conscientes de que el verano es muy largo y podrían quedarse sin Santos y sin dinero de un traspaso. Pero Muñiz está dispuesto a correr ese riesgo.
Santos, que tiene 25 años y dos más de contrato con el Málaga, marcó la pasada temporada 17 goles en 33 partidos en Segunda. En su primer año en España, ni Juande Ramos, ni Gato Romero, ni Míchel le dieron oportunidades, pero en los pocos minutos que actuó sumó 3 tantos. Ahora, en su tercera temporada, Muñiz lo quiere a toda costa, pero el uruguayo considera que quedarse en Segunda sería un parón en su progresión. Eso sí, para marcharse deberá tener otras ofertas… y de momento, una vez rechazada la del conjunto danés, no las tiene.