@SuarezRMarca | Se decía de Sansón en la mitología bíblica que fue el hombre más fuerte en la faz de la Tierra. Que incluso derrotó a un león sin más herramientas que sus propias manos. Siglos después, hay un Sansone que juega al fútbol y cuya fuerza emana de sus pies. Y no a un león -aunque bien le gustaría esto a Al Thani- pero sí a todo un equipo se lo cargó él solito en un abrir y cerrar de ojos. En solo nueve minutos el delantero italiano acabó con la resistencia de un Málaga que no sólo había resistido al Villarreal sino que incluso había gozado de alguna oportunidad para abrir el marcador.
Es lo que hay. Cuando no se anda sobrado de calidad, las pocas oportunidades que eres capaz de generar has de aprovecharlas. En caso contrario, corres el riesgo de que todo el trabajo realizado no te sirva de nada. Y es lo que le ocurrió al Málaga, otra vez.
Habían aguantado los de Míchel el dominio con balón de los locales durante buena parte de la primera mitad. El guión para los blanquiazules era similar al del día del Celta. La posesión para el rival, las contras para nosotros. Y así, presionando arriba con Peñaranda y Juanpi como avanzadilla, el Málaga maniataba al rival e incluso amenazaba en los dominios de Barbosa. En todo caso, ni unos ni otros eran capaces de dar el último pase, por lo que los porteros sólo estaban de guardia, sin apenas intervenir.
Fue el Villarreal el primero que se enchufó tras la reanudación. Adelantó sus líneas de presión y sufrió más el Málaga en defensa. Chuca, en un centro envenenado, obligó a Roberto a estirarse para mandar a córner la pelota. La respuesta no se hizo esperar con una estupenda estirada de Barbosa a tiro desde la frontal.
Así pasaban los minutos, con la sensación de que un pequeño detalle podría inclinar la balanza a favor de cualquiera. Y ahí fue donde apareció Sansone y con él la ley del más fuerte, del que tiene más calidad, del mejor. El italiano llevaba sólo cuatro minutos en el campo y aprovechó una asistencia de Bacca tras una jugada confusa con rebote incluido de Baysse para batir a Roberto. Nueve después, y con una posible mano en el control, ganó el balón al espacio, dejó en evidencia la poca velocidad de Luis Hernández y firmó el definitivo 2-0.
Aún pudieron llegar más tantos si no llega a ser porque Bakambu, siempre al límite, vio cómo le anulaban hasta tres goles por fuera de juego. En el Málaga, sin embargo, no hubo reacción. En-Nesyri, Jony y Bastón aportaron lo que está siendo habitual esta temporada, es decir, nada de nada de nada. Y así murió el encuentro. Y así perdieron los blanquiazules. Y así vuelven los miedos.
VILLARREAL: Barbosa; Mario Gaspar, Bonera, Víctor Ruiz, Jaume Costa; Soriano (Cheryshev, 56'), Rodri, Fornals, Chuca (Sansone, 63'); Bacca (Raba, 81'), Bakambu.
MÁLAGA: Roberto; Rosales, Luis Hernández, Baysse, Juankar; Recio, Adrián; Keko (Borja Bastón, 79'), Juanpi (En-Nesyri, 68'), Chory Castro (Jony, 74'); Peñaranda.
GOLES:
1-0 min. 67: Sansone aprovecha un centro de Bacca tras un rebote de Baysse para rematar de cabeza y batir a Roberto.
2-0, min. 76: Sansone recibe al espacio con un buen control orientado, gana en velocidad con suma facilidad a Luis y se planta ante Roberto, al que marca por debajo de su cuerpo.
