@SuarezRMarca | Es difícil encontrar un mejor inicio para un nuevo entrenador como el que tuvo Pellicer en el Málaga. Con apenas un minuto de juego, Antoñín, con la fe que le caracteriza, aprovechó un rebote tras un disparo de Juanpi para perseguir el balón y conectar con el exterior ante la incrédula mirada de Gazzanaga y de sus defensas. Sin pestañear, y con la grada de animación vacía en esos momentos en protesta por la destitución de Víctor, los blanquiazules ya iban por delante. Y así siguieron para firmar la quinta victoria de la temporada, la primera con el técnico del filial en el banquillo.
Cierto que pudo vivir más tranquilo si Juankar, a saque de esquina de Pacheco, no hubiera estrellado el balón en el larguero. Un centímetro menos de altura y la volea del lateral habría sido para visualizarla en bucle. No marcar, en todo caso, no le resta méritos ni al disparo ni a una acción de estrategia que mereció el premio del gol.
Justo lo que no se ganaba la Ponferradina. No se recuerda ni una intervención de Munir en esa primera mitad. Con Larrea bien sujeto por Luis Muñoz, sólo Yuri mostraba un mínimo de ambición y de estar metido en el encuentro. Nacho Gil y Valcarce no encontraban espacios porque los laterales blanquiazules apenas se dejaron ver en ataque. Y así los de Bolo eran incapaces de crear fútbol.
No le quedó otra que cambiar al técnico berciano su idea inicial de tres centrales y volver a una línea de cuatro con Isi ya en el campo. Y así, por dentro, es como encontró líneas de pase y comenzó a ver a Munir sin prismáticos. Ríos Reina le probó desde lejos, pero la mejor ocasión la tuvo Asier Benito en la última acción del choque con un tiro dentro del área que atajó el internacional marroquí para salvar el triunfo del Málaga.