@SuarezRMarca | Javi Gracia ha vivido días muy complicados tras el empate ante el Granada. Fue la primera vez en la que habló en público de una posible salida del Málaga. "Lo hago lo mejor que puedo, no sé hacerlo mejor. Si la consecuencia es que tengo que dejarlo, mañana estoy en mi casa", confesó tras el choque del sábado.
Abatido, hundido, la cara del entrenador blanquiazul ha sido un poema todos estos días. Pero ayer por la tarde mejoró, se animó tras un encuentro con los nuevos asesores de Al Thani. Sabido es por todos que el jeque sigue confiando en él, tal y como expresó en la entrevista que concedió a La Opinión de Málaga la pasada semana. Y González Segura y sus compañeros se encargaron ayer de reafirmarle esa opinión, de darle el cariño que Gracia no ha sentido en el club desde el verano, cuando las relaciones con Husillos y Casado se deterioraron por completo.
Fueron solo algunas palabras de ánimo, pero suficientes para sentirse respaldado por la propiedad y para emprender con más energía si cabe el duelo copero ante el Mirandés y, sobre todo, el del próximo domingo en San Mamés ante el Athletic de Bilbao.