@JuanjeFernandez || El inicio del Málaga fue fulgurante. Una fuerte presión arriba y varias triangulaciones de calidad daban a entender que el dominio y el partido iban a ser de los blanquiazules. Las llegadas de Jony y Chory Castro se sucedían una tras otra sobre el área de Cuéllar aunque ninguna de ellas fructifica en disparos. La primera llegada seria fue en un lanzamiento lateral de falta de Sandro que Miguel Torres estuvo a punto de introducir en la portería sportinguista. A pesar del buen arranque de los blanquiazules el guion iba a cambiar en un minuto. Moi Gómez filtró un pase a la espalda de la defensa malaguista y Cop aprovechó el hueco controlar y dar un pase de la muerte a Viguera que, a placer, fusiló a Kameni.
El golpe fue duro para los de Juande Ramos que seguían dominando y llevando el peligro a la portería asturiana. Juanpi y Fornals combinaban bien pero el equipo malacitano se ahogaba en la frontal del área visitante, merced a la muralla de hombres que había colocado Abelardo. El Sporting insistía en la banda de Juankar al que ganaban con facilidad la espalda en todas las jugadas en las que el conjunto asturiano pasaba del centro del campo. La reacción malaguista se fue diluyendo con el paso de los minutos. Los de Juande llegaban a zona de tres cuartos, pero una vez allí se les apagaba la luz.
Juande Ramos no esperó al descanso y montó un incendio al retirar a Jony del terreno de juego. El extremo zurdo se marchó muy enfadado del césped e incluso golpeó una pelota camino del túnel de vestuario. Habría que esperar al final del encuentro pasa saber el motivo del cambio del manchego. Su sustituto fue Michael Santos pasando de esta manera de repudiado a primera solución ante el mal juego del equipo. El Sporting también tuvo que hacer un cambio por lesión, se marchó Sergio Álvarez y entró al césped Rachid.
En el descuento del primer tiempo llegó el empate malaguista. Juankar fabricó una buena jugada por la banda izquierda y la puso al corazón del área donde Michael Santos falló su remate hasta en dos ocasiones, el segundo rechace llegó a Pablo Fornals que definió con un gran golpeo con el interior de su pierna derecha desde prácticamente la frontal. El balón entró raso y supuso un empate psicológico que evitó la pitada de una Rosaleda muy descontenta con el primer tiempo.
El segundo acto arrancó de manera horrible para el Málaga. Duje Cop, ex malaguista el curso anterior, acertó con un lanzamiento de falta espectacular ante el que nada pudo hacer Carlos Kameni. El croata había iniciado la jugada y la concluyó para poner el pie en el cuello de Juande Ramos, que comenzaba a ser muy cuestionado por la grada en cada movimiento que hacía en su zona técnica. El Málaga no arrancaba, los blanquiazules tenían el balón y, como en tantas otras ocasiones, no sabían que hacer con él.
Hasta que no pasaron quince minutos del segundo tiempo no hubo un disparo sobre la portería de Cuéllar. Ontiveros, recién entrado al campo en lugar de Juanpi Añor, provocó una falta que fue lanzada arriba por el Chory Castro. El uno a tres casi llega en una falta lateral que rozó la cabeza de Viguera. Tras el susto llegó el empate malaguista. Pablo Fornals dio oxígeno a una jugada en el centro del campo llevando el balón a la banda derecha donde Ontiveros se fabricó una asistencia de oro para que Sandro sumase su quinta diana de la temporada.
El Sporting se había cargado de amarillas y eso acabó haciendo mella en los de Abelardo. Lillo derribó a Juankar y vio la segunda tarjeta, los visitantes se quedaban con diez. Pero el partido no entendía de superioridades numéricas y Duje Cop tuvo el tercero en sus botas. Los asturianos montaron una gran contra que acabó en una estratosférica parada de Kameni a tiro del croata. El Málaga contestaba con otra gran jugada de Ontiveros. El marbellí volvió a fabricar una gran jugada personal en banda y tras un buen regate sacó un centro que no encontró el remate a portería.
A la siguiente jugada llegó la remontada blanquiazul. Corría el minuto 78 de partido cuando Juankar sacó un gran centro desde la banda para firmar su segunda asistencia del partido. El regalo lo aprovechó Michael Santos para con un gran giro de cabeza mandar la pelota al palo opuesto al que se encontraba Cuéllar. El recital de Ontiveros estaba siendo de cátedra. El joven canterano desquiciaba una y otra vez a los defensas asturianos. Sus centros envenenados encontraban siempre a alguien y los blanquiazules tuvieron serias opciones de ampliar la renta en varias ocasiones. Michael Santos, Sandro y Fornals pudieron acabar con un Sporting que a pesar de jugar con uno menos intentaba aguantar el tipo.
Gil Manzano decretó el final del partido y La Rosaleda pudo respirar bajo la final lluvía que comenzó a caer en la segunda parte. Los blanquiazules consiguieron una nueva remontada ante un Sporting al que el cansacio y la expulsión dejaron muy tocados.