@SuarezRMarca | Manuel Iturra ya se olía algo al regresar de las vacaciones. Con tantos jugadores en la plantilla, tantas dificultades económicas para lidiar con el tope salarial y un nuevo cuerpo técnico, todos empezaban de cero y nadie tenía la continuidad garantizada. Él parecía que sí. De hecho, portó el brazalete de capitán en algún amistoso y fue el elegido por el club para hablar el primer día de curso.
Todo parecía ir como él esperaba tras una charla con Caminero y con Muñiz, e incluso llegó a confirmar en rueda de prensa que se quedaba porque así se lo habían dicho ambos. Pero en unos días todo cambió. Llegó N'Diaye, la gran apuesta de este verano del club, y Lacen, que era uno de los descartes, convenció al entrenador para seguir. Con el fichaje de Boulahroud sobraba un pivote defensivo.
El chileno regresó a La Rosaleda en el pasado mercado invernal para intentar contribuir a una permanencia que finalmente no se logró. A pesar de ello, fue de los más destacados e implicados del equipo, jugando un total de 20 encuentros.
El Málaga, que ha tenido que indemnizar a Iturra para liberar una ficha profesional, le ha deseado “mucha suerte para el futuro”, así como le ha agradecido “su trabajo y profesionalidad”.