@Pedromartinper || El Barcelona venció en el feudo donde cayó derrotado por última vez en liga. Un encuentro al que le sobró 60 minutos tras los dos goles tempraneros del conjunto culé. Además, la expulsión de Samu García sentenció las opciones de un Málaga que se hunde en la tabla después de la victoria del Levante en el Coliseum y que pone la salvación en once puntos. Por su parte, el Barcelona sumo tres puntos para distanciarse aún más del segundo clasificado a la espera de lo que haga mañana en su encuentro ante el Celta, próximo rival del Málaga.
El encuentro comenzó según el guion previsto. El Barcelona se adueñó de la posesión de balón desde el arranque ante un Málaga que poco a poco iba reculando metros atrás. La primera ocasión de peligro llegó en el minuto 13 después de una gran triangulación entre Paulinho y Luis Suárez, que terminó con una impecable estirada de Roberto tras un recorte del uruguayo que dejó sentado a Ignasi Miquel. Avisaba el Barça. Y vaya que si lo hizo. Tan solo un minuto más tarde, Jordi Alba colgaba un excelente balón al mismo protagonista de la acción anterior, pero esta vez con resultado distinto. Luis Suárez conectó un gran cabezazo en la que Roberto no tuvo nada que hacer. 0-1. A raíz del gol, el Barcelona fue dueño y señor del partido. Bombardeo constante sobre la portería blanquiazul hasta que en el minuto 28 llegó el segundo. Jugada por la derecha de Dembélé que recortó ante Chory para poner un pase de la muerte a Coutinho, que conectó con el tacón para anotar su primer gol en esta liga y, posiblemente, sentenciar el encuentro.
Y si existía alguna opción de remontada, Samu García se encargó de esfumarla. En una acción sin nada de peligro, el malagueño protagonizó la jugada fea del encuentro. Plantillazo al tobillo de Jordi Alba y justa expulsión. Así, el Málaga se quedaba con un hombre menos con todavía más de medio partido por delante. Con más corazón que otra cosa, el conjunto blanquiazul lo seguía intentando. Primero En-Nesyri de cabeza a bocajarro tras un gran centro de Iturra y después Lacen desde el borde del área pudieron recortar diferencias en el marcador, pero la fortuna volvió a no sonreírle al Málaga. Luis Suárez y Dembélé, vestido hoy de Messi, tuvieron las dos últimas del primer tiempo, pero no se movió más el marcador. 0-2 al descanso.
La segunda mitad comenzó como terminó la primera. Dominio absoluto de un Barça que salió al césped con la mente puesta en la trascendental cita del próximo miércoles ante el Chelsea en Champions. Tal fue el asedio culé y la escasa participación ofensiva del Málaga que la afición empezó a cantar, con un toque irónico, “queremos un tiro a puerta”. Pues bien, ni siquiera con eso contentó el equipo al público. La reacción de José González fue dar entrada a Lestienne. El belga le dio más dinamismo al ataque malacitano, y de sus pies salió la ocasión más peligrosa de la segunda mitad del conjunto malaguista. Gran reverso dentro del área para zafarse de la marca de Umtiti, pero el tiro salió desviado. Después de esta, ya no pasó nada más en el partido. Lo más destacable, el reencuentro de Success ante el malaguismo después de la pitada monumental que recibió ante el Sevilla.
