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MIGUEL TORRES: FIN A UNA CARRERA MARCHA ATRÁS

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@Danielnz97 || La carrera de Miguel Torres (28/01/86) empezó en uno de los equipos ideales tanto para triunfar como para, aunque sea lejos de allí, tener recorrido en el fútbol profesional. Canterano del Real Madrid, el defensor fue ascendiendo poco a poco en la entidad blanca. Del juvenil A pasó al sénior C y de ahí, en prácticamente una temporada, al Castilla, que por aquel entonces jugaba en Segunda División. Comenzó el curso con el 'B', aunque completó con el primer equipo, antes de que terminara el año 2006, la primera eliminatoria de Copa del Rey -contra el Écija- y un partido de la fase de grupos de la UEFA Champions League -ante el Dynamo de Kiev-.

 

Jugó también como titular los octavos de la competición del KO. El Real Madrid quedó eliminado contra el Real Betis, pero desde entonces no volvió a participar con el filial, que bajó a Segunda B. Hasta 12 encuentros ligueros encadenó siendo de la partida. También debutó con la Selección Sub-21 en un choque ante Inglaterra en el que formó parte del once y completó los 180 minutos de la eliminatoria de Copa de Europa frente al Bayern de Munich, que fue el equipo que logró pasar. Aun así, el conjunto blanco -con nombres como Casillas, Ramos, Raúl, Beckham, Robinho, Ronaldo, Higuaín o Van Nistelrooy- se alzó con el campeonato nacional.

 

En la siguiente campaña, la 2007-2008, acumuló hasta seis encuentros con la 'Rojita' (doce apariciones en total). Miembro ya a todos los efectos del primer equipo, participó en 20 de 38 choques de Liga y también jugó Copa y Champions. Aquel Real Madrid repitió triunfo en la competición regular, mientras que un año más tarde tuvo mucha menos continuidad en el conjunto dirigido entonces por Schuster. Siguió participando con la Sub-21, fue partícipe en un partido de la Copa de Europa y sumó más de 150 minutos en la final de la Supercopa de España que los de la capital consiguieron llevarse contra el Valencia.

 

En el mercado de verano fue traspasado al Getafe por dos millones de euros. Allí estuvo cuatro temporadas y se consolidó como pieza clave, sobre todo en las dos primeras. En cualquier caso, 1.626 minutos en la que menos y 2.631 en la que más. Llegó a semifinales de Copa en su primer año y disputó la UEFA en el segundo. Su presencia y su protagonismo fue a menos, hasta que se confirmó en 2013 su llegada al Olympiacos, dirigido por Míchel, con el que conquistó la Superliga de Grecia (Torres tuvo un promedio de 2,40 puntos por partido jugado). Su papel no fue del todo relevante y su estancia se prolongó durante solo un año. 

 

Fue en agosto de 2014 cuando llegó a Málaga. Firmó por dos temporadas, aunque en 2017 renovó por otras tres más (hasta 2020). Rozó la veintena de envites y el millar y medio de minutos en su estreno. Los blanquiazules se quedaron muy cerca de los puestos de UEFA. En la siguiente, fue aún más importante: 24 encuentros (2.054'). El cuadro blanquiazul volvió a tocar con los dedos de la mano el séptimo puesto, que daba acceso a competir en Europa. Más apuros pasaron los costasoleños en la 16-17, cuanto tuvo que llegar Míchel (tras Juande y el 'Gato' Romero) para salvar al equipo y dejarlo en mitad de tabla. Un partido menos, respecto a la anterior, en el caso particular de Torres.

 

Pero en su penúltimo curso todo empezó a torcerse. El Málaga entró en una grave crisis de resultados. El equipo iba, desde el principio, rumbo a Segunda. El descontento de la afición era generalizado. Miguel Torres, desaparecido sobre el césped debido a una lesión que le mantuvo prácticamente cuatro meses en el dique seco, era uno de los capitanes de la plantilla. Pero el enfado del seguidor blanquiazul se focalizó en el madrileño cuando apareció en una foto que el guardameta Moyá subió a Instagram. Era una cena entre amigos en la que también estaba el central. A esa misma hora, el conjunto dirigido por José González hacía un all in en Las Palmas por la permanencia. El tanto de Halilovic (1-0) casi confirmaba el desastre. El defensor cerró la temporada sin ni siquiera llegar a la decena de encuentros.

 

Desde aquel entonces, el perdón unánime del público malaguista nunca llegó y las críticas, muchas por motivos extradeportivos, fueron feroces. Lo más cercano a unas disculpas fue lo ocurrido en el partido de vuelta de los playoffs contra el Deportivo de la Coruña. Aunque fue muy abucheado al entrar -y cuando recibía el balón-, hubo una aparente reconciliación con la grada de animación. Sin oportunidades con Muñiz, 23 minutos (en el último choque ante el Elche), su dorsal, es todo lo que estuvo sobre el verde Miguel Torres. Un año natural de vacío que acaba, pese a tener contrato hasta 2020, con su retirada como futbolista, que ha llegado más de una década después de aquel ilusionante debut, con el cartel de promesa del Real Madrid, en el Santiago Bernabéu.

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