@Pedromartinper | Los viernes no son los mejores días de la semana para todo el mundo. Para Pellicer era motivo de recrear un puzzle nuevo y de encajar un rompecabezas continuo desde el comienzo de la temporada. Ser el entrenador del filial en el contexto que está viviendo el Málaga CF no es fácil, y si no que se lo pregunten a él, el mismo que no sabe hasta última hora con qué jugadores puede contar para cada jornada. Un marrón.
Las necesarias y obligadas llamadas de Víctor Sánchez del Amo a los canteranos malaguistas trastocaban todos los planes de Sergio Pellicer a la hora de formar una lista de convocados. A veces, incluso, tenía que tirar del División de Honor para completar el equipo. Y no es fácil vivir así. Después del acontecimiento del técnico madrileño que acabó con su despido, el de Castellón recogió el testigo del primer equipo y dirigirá este próximo martes su debut al frente del navío blanquiazul en esta campaña.
A pesar de inmerecidas críticas y de las dificultades que ya entrañan por sí solo ser hoy el entrenador del Málaga, Pellicer tendrá un punto a favor en sus ideas y planteamientos: poder de decisión para elaborar una convocatoria según sus criterios, sin interferencias y sin disgustos de última hora.
Será la primera vez que Pellicer pueda elegir con qué canteranos cuenta y con quienes no, aunque el reglamento solo permite seis jugadores con ficha del filial. Un hándicap. Quizás sea momento, dado al perfecto conocimiento del nivel de todos los jugadores, de ver otros jugadores que intentan derribar la puerta del primer equipo, como Julio o Iván Jaime, o de seguir contando con Ramón, como así hiciese Víctor en su último encuentro como malaguista. Es, en definitiva, momento de cambios –o no- en el organigrama, pero, sobre todo, y concretamente para Sergio Pellicer, es momento de trabajar con tranquilidad y con la certeza de que dispondrá de todos los jugadores que él quiera, siempre y cuando ninguno de ellos esté sancionado o lesionado.