@JuanjeFernandez || El último episodio del culebrón que es cada día la casa blanquiazul de Martiricos ha sido el cruce de comunicados entre Sergi Darder y la entidad. Un ridículo espantoso que, como casi siempre, llegó en un fin de semana en el que había poco o nada que contar sobre el equipo que entrena Javi Gracia. Las palabras de uno y otro bando vienen a confirmar la oscuridad que ha tenido todo este asunto de la marcha de Darder de La Rosaleda. El mallorquín contestó en la noche del domingo cuando ya casi nadie se acordaba de su salida, mientras que la respuesta del Málaga llegó el lunes, día festivo en todo el país.
“Yo no controlé los tiempos del traspaso, ni conocía la venta de mis derechos a un inversor. Yo exigí que me dejaran salir porque me sentía utilizado. Llevaba dos años en el mercado por expreso deseo del club. Ahora te vendo, ahora no te vendo. Ahora tráeme una oferta, esta oferta me gusta, la que antes me gustaba ahora no, prepara la maleta que te vas y después no. Sácate los billetes que sales mañana, ahora no; esta tarde tienes que ir al aeropuerto, hemos decidido finalmente que no… Y así un largo etcétera”, ha sido sin duda el párrafo más duro del mediocentro para con la entidad de Martiricos. Unas declaraciones que vienen a dar palabra por palabra justo con las mismas que el padre de su agente, Minguella, hizo en Málaga FM-Radio Marca el pasado mes de agosto. “El club entiende que no caben lecciones de malaguismo en quien apenas un año después de su debut en el primer equipo quiso marcharse, lo que consiguió, muy a pesar de todas las jerarquías del club, gracias a una cláusula de obligado cumplimiento, este pasado verano”, fue la dura respuesta del Málaga CF a las palabras del jugador balear.
Una historia que parece haber tocado a su fin. Pero a la que todavía queda mucha luz por arrojar. La venta de Darder al fondo financiero de un enigmático Edmundo Kabchi del que poco o nada se sabe más allá de las oscuras historias que se pueden leer en internet, la salida obligatoria por parte del propio fondo, que dejó en calzoncillos la teoría de Vicente Casado y Husillos. Una historia muy turbia que llegó a sacar de quicio al propio Javi Gracia.