@RadioMarcaMLG || Espectacular partido el que han podido presenciar este domingo los espectadores que han acudido al Municipal y en el que han sufrido, y mucho, durante el primer tiempo, pero han disfrutado al máximo en la última media hora. Incluso, han estado a punto de celebrar el triunfo, que tuvo Sergio Narváez en sus botas. El Betis B ha realizado un gran primer tiempo, en el que ha sido superior y además lo ha plasmado con tres goles en el marcador. Pintaba muy mal el partido en el estreno en el banquillo de Larrazabal, pero tras el descanso los locales nunca se han dado por vencidos pese a que el marcador se llegó a poner con un 1-4 con solo media hora por delante.
El equipo ha tirado de orgullo y, con una gran fortaleza mental, impropia de un conjunto que llevaba seis jornadas sin ganar, se ha sobrepuesto y ha logrado empatar ante el delirio de sus aficionados, a los que les debía algo así. Lástima que no entrase el quinto. Pero no todo ha sido un camino de rosas, ha habido muchas espinas, sobre todo en el primer tiempo, con un Betis B que ha desplegado un fútbol con el que, si no tuviera tanto lastre, podría estar peleando en los puestos de arriba. Los goles han ido llegando de manera irremisible, eso sí, con fortuna en el caso del primero, ya que el disparo de Aitor pegó en el larguero y se introdujo en la portería al golpear en la espalda del portero Quique Cebriá.
El segundo tanto lo hizo el marbellí Loren y el tercero lo anotó César al cabecear un saque de esquina. El Betis B era una apisonadora y se intuía que podía hacer más sangre en la segunda parte. Pero no fue así, el equipo reaccionó con la entrada providencial de Sergio Narváez, que acortó distancias enseguida (1-3). Poco después, el árbitro no pitó un penalti sobre el delantero jerezano y de ahí se pasó al 1-4, que parecía otra vez la sentencia. Pero el equipo nunca perdió la fe, nunca se hundió, ni siquiera tras este nuevo mazazo. Y ahí apareció la figura de Rubén Durán, al que se le estaba negando el gol en las últimas jornadas. Hoy definió de forma magistral por dos ocasiones para colocar el 3-4 que abría un nuevo partido en el minuto 84.
El choque se había vuelto loco y, solo tres minutos después, una falta lateral sacada por Apoño la cabeceó Javi Hernández. Al igual que en el primer gol bético, el balón pegó en el palo y entró tras dar en el portero. El choque se igualaba, algo impensable veinte minutos antes. Y aún hubo tiempo para que cualquiera de los dos ganara. Ya en el añadido, Sergio Narváez tuvo un mano a mano en el que no logró superar al portero, y el otro Narváez, el del Betis B, pudo marcar en un disparo que sacó Cebriá. Al final, tablas que saben a gloria para los locales y a hiel para el Betis B, que está prácticamente descendido.