@SuarezRMarca | En pleno mes de agosto, aún con el moreno en la piel y con las agujetas sin desaparecer del todo, el Málaga regresó a lo grande -sólo en el resultado- a Segunda ganando al Lugo en un encuentro que remontó en apenas cuatro minutos al final del mismo. Ese partido sirvió para que los de Muñiz se dieran cuenta de que los avisos de su entrenador no habían sido una exageración. Sangre, sudor y lágrimas costaría ganar partidos y terminar ascendiendo.
Ahora, 20 partidos después, el Málaga continúa arriba en la clasificación y con la posibilidad de dormir como líder de la categoría después de muchas semanas de indecisiones. La que más, la última disputada en La Rosaleda donde el Reus pasó por encima de un conjunto con exceso de confianza por la situación de los catalanes. Pero igual que el duelo ante el Lugo sirvió de aviso, el del Reus hizo el mismo efecto porque en La Romareda se volvió a ver al Málaga de siempre.
Ese es el que se espera que pueda vencer a los lucenses. Podría Muñiz sacar el mismo sistema que ante el Zaragoza. Un 4-3-3 que en teoría debía abrir las bandas y reforzar el medio campo. A nivel de resultados funcionó y aunque los maños llegaron con cierta asiduidad a la portería de Munir, no fueron capaces de superar al marroquí. Ante las bajas que siguen asolando las bandas, el técnico asturiano podría contar con Renato de nuevo por la izquierda y con Juanpi por la diestra, dejando a Blanco Leschuk solo arriba, donde se siente más cómodo. Adrián podría ser el beneficiado en lugar de Lacen, titular en la capital aragonesa.
El Lugo, por su parte, que se ha desprendido del delantero malagueño Jona y acaba de recibir del West Ham al punta Toni Martínez y al lateral del Deportivo Gerard Valentín -ha entrado en la lista- acude con cierta presión a La Rosaleda, donde necesita el triunfo si no quiere ver de cerca los puestos de descenso.
