@SuarezRMarca | Cuando todos los focos se llenaban de luz para disfrutar de Marco Asensio, un mago del fútbol, el puto amo que diría Guardiola, se llenó de brillo para doblegar a Italia y dejar encarrilada la clasificación para el Mundial de Rusia 2018. Isco Alarcón, pura magia, se bastó y se sobró para acabar con la resistencia transalpina.
El de Arroyo de la Miel se exhibió, se gustó y minimizó a los italianos. Si Verratti vale 100 millones, Isco rompería el récord de Neymar. Aún anda el del PSG estudiando cómo le metió el balón entre las piernas con un simple roce con la planta del pie. Pero lo del malagueño fue mucho más que un túnel o un golazo de falta. Por cierto, Ramos, déjale que las tire él. Isco pidió la pelota donde quiso, abajo o arriba, a la izquierda o a la derecha, apareció por el centro, paró el partido, lo agilizó, regateó y condujo, pasó y distribuyó. Se gustó de lo lindo en el que, quizás, fue su mejor encuentro con la elástica nacional. Y como todo le salía, por eso no dudó en disparar con la zurda desde la frontal para batir a un Buffon que acabó harto de tanta magia.
Junto a Isco estuvieron todos sus compañeros. Silva se movió bien como falso 9, desmontando la teoría de que con tres centrales se defiende mejor. Con quitarle el referente de delantero centro, Lopetegui acabó con el mito. Iniesta, Asensio y Koke contactaron bien, con Busquets cubiréndoles las espaldas. Carvajal y Jordi Alba fueron un constante acoso para la zaga azzurra, con Piqué y Ramos imperiales. Mal por cierto el Bernabeu al pitar a Gerard como jugador de la selección. El que también fue ovacionado fue De Gea, que no tuvo excesivo trabajo, pero el que tuvo lo solventó de manera espectacular.
Con una clara sensación de superioridad, de dominio de balón, de llegadas a diestro y siniestro, España terminó bailando a una Italia desbordada que acabó recibiendo a la contra un gol de Morata tras una carrera espectacular de Ramos. Hubo tiempo también para el homenaje a Isco por su partidazo y para que en su lugar entrase Villa y disfrutara tres años después de que el Mundial de Brasil lo apartara del combinado.
España encarrila la clasificación para el Mundial, condenando a Italia a la repesca. Mucha culpa la tiene un mago del balón, Isco, pura magia, mágISCO.
