@JuanjeFernandez || Vicente Casado pasó a ser historia del Málaga CF el sábado. El club lo anunció en un breve y escueto comunicado de prensa en el que explicaba que sus caminos se separaban. Hoy en sala de prensa se han podido conocer algunos de los motivos por los cuales el ex directivo malaguista habría abandonado la entidad de Martiricos.
González Segura ha ejercido como nuevo director general del club y ha tomado la palabra en la sala de prensa de La Rosaleda donde, en nombre del club y de la propiedad, ha cargado contra Vicente Casado. Uno de los principales motivos ha sido una sospechosa subida salarial de los directivos malaguistas: “En los últimos años se ha producido una serie de retribuciones salariales en el equipo directivo que consideramos que son desorbitadas, que se han llevado a cabo a través de los apoderados de la sociedad y sin aprobación del consejo ni del presidente. En cumplimiento de la Ley de Transparencia, se harán públicos estos datos, tanto los datos de las retribuciones como las cláusulas de blindaje que se han ejercido. Se van a llevar a cabo medidas para regularizar esta situación”, ha comentado.
El nuevo ‘jefe’ del consejo de administración contratado por Al-Thani ha seguido profundizando en los aspectos que no han gustado de la gestión de Casado. La venta de jugadores a un fondo de inversión también ha sido uno de los detonantes de su despido. Hay que recordar que los jugadores fueron traspasados al fondo de inversión en algunos casos sin conocimiento de los propios futbolistas. González Segura no se ha cortado a la hora de comparar la gestión de Casado con la de Ghubn o Moyad Shatat: “En Navidad se hizo la venta de derechos federativos de algunos jugadores más importantes como Castillejo, Sergi Darder, Camacho a una sociedad afincada en Panamá de un señor venezolano sin autorización del jeque ni información. Se hizo a través de un sistema de apoderamiento. Esos contratos contenían unas condiciones leoninas para la entidad, se hicieron una venta de derechos económicos por un valor inferior de su valor de mercado sin consejo ni aprobación del presidente. Eran perjudiciales económica y deportivamente para el equipo, como el caso de Darder, que por imposición de esa sociedad panameña tuvo que venderse y supuso un incumplimiento de la normativa FIFA".