@SuarezRMarca | Sólo fue el primer amistoso de pretemporada, pero ante el Algeciras ya se pudieron ver algunas de las ideas básicas, de las líneas maestras de lo que pretende conseguir Juande Ramos con su Málaga. Aunque hay futbolistas básicos que no actuaron en El Nuevo Mirador, y otros muchos, entre canteranos y descartes, que no formarán parte de la primera plantilla, la realidad es que todos siguieron a pies juntillas las órdenes del técnico manchego.
DEFENSA
Se vio durante muchas fases del choque. La zaga jugará mucho más adelantada de lo que lo hacía con Javi Gracia. En la imagen de la noticia se puede ver cómo los cuatro de atrás están colocados a apenas unos metros de la línea divisoria. Con ello se consigue achicar el campo, y con la presión de los de arriba, el equipo ahoga la salida de balón del rival, que se ve obligado a rifar la pelota y lanzar balones en largo. Es por ello que Juande necesita defensas rápidos para evitar contras, y concentración para anticiparse a los delanteros. Habrá que ver si se atreve a jugar así contra equipos más exigentes y con delanteros más rápidos y de mayor calidad.
LATERALES
Precisamente, por el hecho de subir la zaga hasta el medio campo, los laterales serán mucho más defensivos que ofensivos. No quiere decir que no vayan a subir, pero ante el Algeciras las incorporaciones al ataque de los Ricca, Alberto, Deco y Álex Robles fueron contadas. Se busca que cuando suban, lo hagan para sorprender de verdad, no para vivir eternamente como extremos. Para eso están los hombres del centro del campo.
Con Gracia y su sistema asimétrico, Juanpi partía desde la derecha hacia el centro para dejar toda la banda a Rosales. En la segunda parte del choque de ayer se vio al zurdo venezolano hacer esa misma función, pero luego Juande le pidió más responsabilidad defensiva y más disciplina táctica, y se encorsetó en el carril para proteger a Robles.
CENTRO DEL CAMPO
El doble pivote tiene una clara función: ambos atacan y ambos defienden. Eso sí, a la hora de tener la pelota, Juande obliga a uno -Fornals, en la primera parte; Kuzmanovic, en la segunda- a no perder su sitio y estar atento a las coberturas. Sólo si lo ven muy claro tienen permiso para subir. Pablo se soltó más que el suizo.
Su acompañante -Duda, al principio; Espinho, al final- sí tiene permiso para ser un poco más libre y ofrecerse por toda la parcela ancha para construir el fútbol de ataque del equipo.
JUEGO POR LAS BANDAS
Los extremos tienen que desbordar, forzar el uno contra uno y llegar a la línea de fondo. Su misión principal es la de centrar y nutrir a los delanteros de balones dentro del área. Sólo Juanpi jugó a pierna cambiada, y por eso el Málaga atacó más por el centro tras la reanudación.
PRESIÓN CONTINUA
Empezando por los delanteros y acabando en el último central. Todos tienen que contribuir a robar balones o, en su defecto, provocar el error en el pase del contrario. Charles y Santos lo entendieron a la perfección. Gracias a ello, a una exigente presión, robaron balones en las inmediaciones del área y llegaron sus goles.
UN DELANTERO CENTRO Y UN SEGUNDO PUNTA
En-Nesyri fue el 9 en la primera parte, el jugador que tiene que vivir dentro del área para cazar balones y para no dejar respirar a los centrales y al portero. Charles lo fue en la segunda. Juande no va a jugar con dos delanteros en paralelo. El segundo punta estará a pocos metros del ariete. La coordinación entre ellos, como ocurrió entre el brasileño y Michael Santos, es fundamental para el éxito ofensivo del equipo.
