@AntonioyHeredia | En La Rosaleda se volvió a vivir un ambiente espectacular para el primer partido oficial de la temporada. Con casi todos los asientos ocupados y un mosaico especial preparado por un patrocinador del club que precedió el inicio del encuentro al son del himno malaguista, así atardecía en Martiricos.
Hubo pique más ó menos sano, según el momento, entre las dos aficiones. Los más de 700 seguidores sevillistas animaron durante todo el partido, siendo silenciados por las miles de gargantas blanquiazules, lo que provocó una atmósfera de fútbol y ambiente brutales. A partir de la expulsión de N’Zonzi, aún se escuchaba más fuerte el resonar en La Rosaleda llevando en volandas al equipo. La ovación de la tarde fue para Sergi Darder, el balear se retiró en el minuto 85 con una ovación de prácticamente todo el estadio. El momento más álgido se produjo con el gol anulado a Charles, cuando todos cantaban el gol que hubiera dejado los tres puntos en casa, el asistente de Álvarez Izquierdo levantó el banderín invalidando el tanto del brasileño. Los decibelios se dispararon desde ese instante y con el arreón final donde el ex del Celta que fue otro de los más ovacionados, pudo marcar de nuevo en el minuto noventa. La Rosaleda, vuelve a ser otra otra temporada más, uno de los mayores activos del club.