@JuanjeFernandez || El Málaga es una familia feliz. No se trata de una opinión, es un hecho contrastado que todo aquel que se acerca a una rueda de prensa, entrenamiento o acto del primer equipo puede ver y respirar. El final del partido en Alicante fue la última muestra de que el vestuario malaguista respira ‘paz y amor’, que diría aquel. Fue señalar el final del partido Undiano Mallenco y la celebración sobre el césped fue digna de un título. No es casualidad, es fruto de la mentalidad ganadora de este equipo y de la filosofía de su entrenador que va más allá del tan de moda ‘partido a partido’, el Málaga de Javi Gracia va ‘final a final’.
Lejos han quedado los cruces de declaraciones entre jugadores y entrenador de la temporada pasada. Los resultados de este equipo son el reflejo de lo que se vive entre las cuatro paredes del vestuario de Martiricos. El espíritu de equipo implantado por el cuerpo técnico del navarro ha creado un caparazón difícil de destruir. Y es que Javi Gracia y los suyos se ganaron el cariño de los futbolistas desde el minuto uno de pretemporada, en aquel 10 de julio del presente año. El preparador malaguista llegó el primero a La Rosaleda y se marchó el último, así se ha repetido cada día que ha habido sesión de trabajo.
Para muestra un botón, la foto subida por Sergi Darder, aún en el vestuario visitante del Martínez Valero, en su cuenta twitter fue un claro reflejo del buen ambiente que hay en el grupo. En ella se puede ver como todos, hasta los menos habituales como Portillo e incluido Gracia en segundo plano, celebran la victoria en Alicante. La número nueve del técnico, una más y habrá igualado sus números de la temporada anterior con el Osasuna.
