@CesarRadioMARCA | La afición del Málaga no pudo acudir en masa al Nuevo Arcángel por culpa de los abusivos precios colocados por la directiva dirigida por Carlos González. Aun así, unos 300 valientes se animaron a disfrutar de un nuevo derby andaluz entre dos aficiones y ciudades hermanas, como se demostró con los actos de hermanamiento celebrados por la mañana.
Sin embargo, la situación se complicó en el estadio. Las entradas, a 45 euros, señalaban asientos numerados que no se correspondían con la ubicación en la que el Córdoba les había colocado. Además, en la esquina donde los situaron habían colocado unas redes delante y a los lados como si de animales se tratasen, que impedían la visión correcta del encuentro.
Lógicamente, los seguidores malaguistas protestaron a los miembros de seguridad del Córdoba, que incapaces de dar una correcta explicación, llamaron a la Policía Nacional para que aplacase los ánimos. La respuesta fue una carga brutal contra los seguidores blanquiazules, incluidos mujeres y niños, y la detención de cuatro aficionados del Málaga.
Una actuación lamentable y bochornosa y para nada justificada teniendo en cuenta las magníficas relaciones entre ambas aficiones y que, incluso, había seguidores del Córdoba, familiares y amigos de malaguistas, en esa misma zona del campo. De hecho, en los minutos finales del partido, con todo ya sentenciado, los aficionados blanquiazules entonaron cánticos a favor del Córdoba y de su deseo de que consiga la permanencia.
Sin embargo, ni eso ablanda a un Carlos González que, con estas actuaciones, terminará consiguiendo su propósito de que ningún aficionado de un equipo andaluz acuda a su estadio. Con el Sevilla, colocando a 70 euros la entrada, lo logró. Con el Málaga, a base de palos, también hará que la próxima vez se lo piensen más.