@CesarRadioMARCA | Debutó con 16 años, se convirtió con 17 en el bigoleador más joven de la historia de la Liga española, era indiscutible con las selecciones inferiores y se lo rifaban algunos equipos como el Real Madrid. Pero la carrera deportiva de Juanmi se quedó ahí, en la eterna promesa que no termina nunca de explotar. Su cesión al Racing la pasada temporada acabó en drama y su progresión parecía más que estancada.
Esta temporada Juanmi la comenzó con la ilusión de un chico con tenis nuevos. Jugó en pretemporada y marcó goles. Pero, de repente, Schuster dejó de contar con él y le dijo que lo mejor era buscar minutos en otro equipo. Estuvo muy cerca del Murcia pero finalmente se quedó. Pero ahora está volviendo a saborear el aroma del fútbol. «Me ha costado mucho conseguir lo que tengo ahora«, reflexiona el delantero, que añade que sigue «entrenando igual, pero la diferencia es que ahora entran los goles. Espero seguir así y que Schuster siga contando conmigo«.
El único entrenador que creyó en él desde un principio, lo único bueno que hizo en su etapa en el Málaga, fue Jesualdo Ferreira. Pero llegó Pellegrini y la flor de Juanmi se marchitó. Y con Schuster parecía sin florecer a pesar de los elogios del alemán. «Tiene algo especial«, decía.
Y por fin Juanmi lo ha demostrado. Lleva dos partidos consecutivos marcando, ante el Betis y el Granada. Y aunque corre el riesgo de ser catalogado como revulsivo, él lucha por asentarse definitivamente, conseguir un dorsal en el primer equipo y afianzarse en el once titular.
