@Carloshernando_ | Que no están siendo los mejores años de Jony en su carrera deportiva lo sabe todo aficionado al fútbol. Desde su llegada a la Costa del Sol, sus números y su rendimiento se han reducido considerablemente, afectándole sobre todo la etapa con Juande donde incluso llegó a pensar en la salida del club.
Afortunadamente para el asturiano, el técnico dejó el banquillo cercano al ecuador de la temporada, aunque sus prestaciones no iban a mejorar con el Gato Romero ni tampoco con Míchel, a pesar de que el madrileño lo ha mimado hasta la saciedad regalándole titularidades en La Rosaleda para ganarse al público. Al no llegar a este objetivo, Jony ya pensó en la temporada que corre actualmente, mostrando gestos de profesionalidad y dedicación con esa pérdida de siete kilos en pretemporada para volver a ilusionar al malaguismo.
Pero de nuevo la máquina no está engrasada. Los centros no salen como antes, aunque en la memoria del extremo está el encuentro pasado contra el Leganés, donde se le pudo ver una de las pocas sonrisas en estas dos temporadas al anotar un tanto de penalti. El asturiano está deseando volver a repetir esta hazaña contra el equipo pepinero y comenzar a saldar la deuda pendiente que tiene con la afición blanquiazul, aunque antes debe superar la criba de Míchel en la convocatoria, ya que se perdió el último partido contra el Sevilla por decisión técnica.
Se viene el Leganés, pero atención también al siguiente rival, el Barcelona. Justamente son los dos rivales a los que anotó Jony. Afición, compañeros y entrenador le quieren ver sonriendo de nuevo en el césped.