@SuarezRMARCA | El fútbol no tiene memoria. Que se lo digan a Paco Herrera, el técnico milagro del ascenso de la UD Las Palmas. Hace cuatro meses, héroe; ayer, a la calle. Y en el Málaga, la situación, aunque aún no ha llegado a ese extremo, amenaza con llevarse por delante a Javi Gracia si el equipo no comienza a mejorar.
Todo el crédito que se ganó el técnico navarro la pasada temporada con su incesante trabajo, sus resultados, el juego que desplegó el equipo y su valentía para dar oportunidades a los canteranos han quedado en el olvido. Un solo triunfo en ocho partidos, siete encuentros sin marcar y un Málaga que no encuentra un patrón de juego atractivo han hecho que las críticas de los aficionados empiecen a llegar.
Sin embargo, el principal peligro para Gracia llega por parte de los que mandan. Desde que Casado y Husillos incumplieron su compromiso de desprenderse sólo de “uno o, máximo, dos futbolistas”, como desveló el entrenador en Radio Marca Málaga justo antes del verano, la relación con ellos no es la mejor. Una comunicación que se enfrió aún más cuando este verano pidió reforzar una serie de posiciones y desde la dirección deportiva le ficharon a jugadores con otro rol en el campo. Por no hablar de las críticas públicas a la directiva por la venta de Darder por un precio muy alejado de su claúsula de rescisión.
Desde entonces, las diferencias entre ellos no han hecho más que aumentar, hasta el punto de que Gracia decidió centrarse en su trabajo como entrenador, se refugió con su cuerpo técnico y apenas mantiene contacto, ni personal ni profesional, con la dirección deportiva.
Aún no se le está buscando sustituto ni tiene, por tanto, un ultimátum sobre la mesa. Pero si los resultados positivos no llegan en los próximos encuentros, con rivales en teoría menos complicados, su crédito estará agotado. Y es que, como decía anteriormente, el fútbol no tiene memoria.