@JuanjeFernandez || Cuando un entrenador nuevo llega a un vestuario siempre se dice lo mismo. Los jugadores se reactivan, estuvieran o no con el antiguo entrenador, todos ven la oportunidad de que pasen cosas. Los suplentes quieren ser titulares, los titulares quieren seguir siéndolo y los que no entraban en las listas ven el momento perfecto para saltarse un paso en la cadena y entrar en el once sin pasar por la casilla de salida. Es lo que ha ocurrido en el vestuario del Málaga con la llegada de Pellicer. El técnico de Castellón ha revolucionado poco el once pero un nombre sobresale por encima de los demás. Correcto, es Hicham.
El jugador marroquí ha aprovechado el cambio de técnico para engancharse al tren de las titularidades. Tres partidos de Pellicer y dos en el once para el canterano. Hicham no jugaba como titular desde la jornada 15 ante el Fuenlabrada en La Rosaleda. 165 minutos en dos partidos para casi igualar lo que había jugado hasta ahora. Hicham ha dado un paso adelante y ayer ante el Mirandés firmó su mejor partido con el primer equipo desde que la temporada pasada le ascendió Muñiz.
El extremo estuvo ágil, veloz, tuvo pase, llegada y fue vital en ataque. La banda derecha fue una pesadilla para el equipo de Iraola que no tuvo elementos para frenar al joven atacante. Hicham completó unos números de calidad siendo el líder del equipo en regates completados, pases en campo rival y centros al área. Precisamente en uno de ellos llegó el gol de Sadiku, un balón medido al pie del punta albanés que casi dio los tres puntos a los de Pellicer. Habrá que ver si Hicham ha llegado para quedarse o es simplemente un pico de forma por el cambio de entrenador. Lo que sí está claro es que Pellicer le entiende y está dispuesto a exprimir su calidad.