@JuanjeFernandez || Se respira tensión en el ambiente. Es evidente que el partido ante el Betis no es un ultimátum para Javi Gracia, pero el matiz del choque de mañana en La Rosaleda es el de las grandes citas. Los nueve puntos en diez jornadas han levantado las orejas en el seno de la entidad de Martiricos, que vive con intensidad las horas previas al segundo derbi andaluz de la temporada. Un partido con aroma romántico y sabor añejo dada la cantidad de jugadores que cambiaron el verdiblanco por el blanquiazul y viceversa.
El técnico navarro ha recibido hoy el apoyo, en el entrenamiento, de toda la plana mayor del club. Todos a excepción de Mario Husillos que se encuentra haciendo las américas por Uruguay y Argentina en busca de fichajes de cara a la próxima campaña. El director deportivo malaguista intenta pescar nuevamente en un mercado que a pesar de conocer bastante bien, no le ha dado los resultados esperados con los últimos jugadores fichados. Martín Aguilar, Benítez y Ben Barek estuvieron acompañando al equipo durante toda la sesión de entrenamiento, presididos por Vicente Casado que, según ha sabido esta casa, ha querido mandar un mensaje de tranquilidad al entrenador malaguista.
La misiva, al menos aparente, que trasmite el club con esta visita es de apoyo total al preparador blanquiazul. La mayor parte de la afición apunta a la directiva como principal culpable del mal inicio de los malaguistas, aunque en los sectores más críticos se empieza a señalar también la gestión del navarro a cargo de un grupo de jugadores que fueron diseñados por otro.