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EMPATE IMPREGNADO DE AMARGURA

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En-Nesyri acaba dentro de la portería tras una acción ofensiva || Carlos Guerrero

@Carloshernando_ | El Málaga volvió a merecer más en un partido donde dominó al Girona en la primera parte, aunque se acabó durmiendo en la segunda y refugiándose en su campo con la expulsión infantil de Chory Castro. Keko fue el más destacado de los blanquiazules, que pudo marcar su primer tanto si Bono no mete una mano milagrosa. Regresó Samu, también las buenas sensaciones en gran parte del partido, pero volvieron a ausentarse las ocasiones y el gol, lo que más precisa el Málaga. 

 

Nueva final y sin tregua una vez más la que se iba a ver en La Rosaleda, uno de los soportes del equipo esta temporada. En Martiricos fueron testigos del despertar de Keko, que protagonizó las primeras ocasiones de peligro. De su energía y atrevimiento se contagió Recio, que buscó la escuadra derecha de Bono.

 

Iba a ir de milagros la noche. Primero porque se pudo ver a un equipo que gozaba con la posesión y que emanaba aplausos del respetable, encantado con ese sacrificio en la presión de los suyos, encabezada por Adrián y Bastón, si bien el delantero recibió los primeros pitos por su desatino en las acciones ofensivos. Gracias a ese esfuerzo en campo contrario pudo llegar el primer gol de Keko con la elástica blanquiazul si no llega a ser por la elástica estirada de Bono, impidiendo que el Málaga se fuese por delante al descanso.

 

Después de un diluvio en el intermedio, la segunda parte comenzó con bajas revoluciones, más elevadas en la banda donde calentaban Samu, Bueno y En-Nesyri. Fue el marroquí el elegido por José González para sustituir a Bastón, que volvió a escuchar el sonido del viento. Tenía, más bien debía, el Málaga despertar y a punto estuvo de hacerlo con un gol de Stuani, que se elevó entre los centrales blanquiazules para rematar en el área pequeña.

 

Con el regreso de Samu, la ilusión volvió a las gradas, aunque se disipó con la expulsión, tonta y merecida, de Chory Castro, que vio dos amarillas en apenas diez minutos. Al jugar con diez, el balance del encuentro cambió drásticamente: encerrado atrás, esperando agazapado los centros del Girona e intentando sacar tajada de los intentos de Samu y En-Nesyri. Con esta tónica se llegó a los minutos finales de choque con un sabor amargo y con las sensaciones de haber merecido más, sobre todo en la primera parte. De eso mismo, de sensaciones, no se ganan los partidos. 

 

Málaga: Roberto; Ricca, Luis Hernández, Miquel, Rosales; Iturra, Recio, Adrián; Keko (Samu, 72´), Chory (expulsado 78´); Bastón (En-Nesyri, 59´).

 

Girona:  Bono, Ramalho, Bernardo, Muniesa, Maffeo, Mojica, Pere Pons, Granell (Douglas, 88´), Borja García, Portu (Olunga, 83´), Stuani.

 

 

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